Odontología
General, Endodoncia, ProstodonciaBases estructurales y respuestas biológicas del complejo dentino-pulpar que condicionan la permeabilidad dentinaria |
RESUMEN
La permeabilidad dentinaria está condicionada por las características estructurales de la dentina en condiciones normales y sus modificaciones en condiciones fisiológicas y patológicas. En el presente trabajo se describe las características morfológicas de la dentina que modifican la permeabilidad del fluido dentinario, según estudios realizados con Microscopía Electrónica de Barrido (M.E.B.) |
Palabras clave: Permeabilidad dentinaria. Dentina. Túbulos dentinarios.
La dentina es un tejido mineralizado que está compuesto en un 50% de su volumen por materia inorgánica, un 30% por materia orgánica y un 20% por fluidos (1, 2)
La materia inorgánica está constituida por cristales de hidroxiapatita, que se distribuyen al azar (3) y que suelen ser de un tamaño más pequeño que los del esmalte, con menor contenido en calcio y con un 4-5% de carbonato (1, 2, 4, 5). Esta diferente composición de los cristales hace que sean más susceptibles a cambios químicos y biomecánicos (5), y por lo tanto más solubles (6).
La materia orgánica está constituida en un 90% por colágeno Tipo I (7), que junto a los cristales de hidroxiapatita delimitan los túbulos dentinarios por los que circula un fluido, responsable de la permeabilidad dentinaria.
La permeabilidad dentinaria se puede definir como el tránsito de fluido a través de los túbulos dentinarios existentes en la dentina. Para algunos autores la dentina sólo se torna permeable cuando pierde las cubiertas externas, como son el esmalte y el cemento (8). En nuestra opinión esto no es cierto, ya que existen en la estructura adamantina diferentes elementos que facilitan el tránsito de fluidos a través del límite amelodentinario y de todo el espesor del esmalte, como son los husos, penachos, laminillas, estrías de Retzius, etc. De igual forma está justificada dicha permeabilidad al aliviar hidráulicamente las cargas maticatorias (9).
Generalmente el fluido existente en los túbulos dentinarios, es un trasudado pulpar procedente de los vasos de la pulpa (10), cuyo desplazamiento suele estar favorecido cuando los túbulos quedan abiertos hacia el exterior por caries, fracturas, preparaciones cavitarias y grabado ácido para la utilización de técnicas adhesivas fundamentalmente.
A continuación vamos a describir aquellos elementos estructurales de la dentina y sus modificaciones en condiciones fisiológicas y patológicas que tienen su importancia en la permeabilidad dentinaria.
Los túbulos dentinarios principales son unos conductos que recorren la totalidad de la dentina desde la cámara pulpar hasta el límite amelo-dentinario. En su interior están las prolongaciones de los dentinoblastos (Figura 1), fibras colágenas, fibras nerviosas amielínicas y un transudado (fluido dentinario) procedente de la pulpa. En ocasiones estas prolongaciones de los dentinoblastos sobrepasan el límite amelo-dentinario y se introducen en el esmalte (Figura 2), constituyendo los husos, que facilitan el paso del fluido dentinario hacia el esmalte.
Los dentinoblastos emiten ramificaciones laterales a intervalos de 1,0 a 2,0 micrones (11), que contactan con otras prolongaciones de los dentinoblastos adyacentes, lo que condiciona una superficie cribiforme del túbulo (Figura 3) y una red de túbulos dentinarios secundarios perpendiculares u oblicuos a los principales, que contactan con los túbulos vecinos (Figura 4) (4, 12), a través de los cuales se difunde el fluido dentinario. Aproximadamente el 45% del agua existente en la dentina se encuentra a nivel de los túbulos dentinarios principales, mientras que el 55% restante se localiza en las ramificaciones laterales y en la dentina intertubular (13). Las características morfológicas de los túblulos dentinarios permite el tránsito rápido del fluido, lo que facilita la permeabilidad de la dentina y justifica los síntomas de dolor y sensibilidad (6).
El número y diámetro de los túbulos dentinarios principales es variable dependiendo de la localización y de la edad del diente. En la dentina próxima al límite amelo-dentinario el número de túbulos es de 15000 por milímetro cuadrado (Figura 5), en el tercio medio 45000 por milímetro cuadrado (Figura 6) y en la dentina circumpulpar de 65000 por milímetro cuadrado (14). El número de túbulos de la dentina circumpulpar varía según el diente, la edad y la superficie anatómica, siendo menor los túbulos en la superficie mesial y distal (44000-46000 por milímetro cuadrado) que en el resto de las otras tres superficies, en dientes definitivos jóvenes y en primeros premolares y segundos molares, cuando se comparan con terceros molares (15). En la zona media de la raíz el número de túbulos oscila entre los 32000 y 39000 por milímetro cuadrado y en la región apical entre 8000 y 10000 por milímetro cuadrado (16, 17)
El diámetro de los túbulos dentinarios oscila entre 0,8 micrones en la dentina próxima al límite amelo-dentinario (Figura 5) y 2,5 micrones de la dentina circumpulpar (Figura 6) (14).
El mayor diámetro y número de los túbulos dentinarios en la dentina circumpulpar, hace que esta sea muy permeable (18-20). También existen otras zonas de mayor permeabilidad dentinaria, como ocurre en determinadas zonas de nuestros diseños cavitarios, debido a un mayor diámetro y número de los túbulos, como ocurre en los ángulos de las líneas mesiopulpares de las preparaciones de clase I y II y en la superficie axial de las restauraciones de clase V (21, 22).
Con el envejecimiento el diámetro de los túbulos dentinarios disminuye por aumento de espesor de la dentina peritubular (Figura 7) (14), así como el número (16, 13), loq ue condiciona una disminución de la permeabilidad dentinaria.
De igual forma, ante determinadas agresiones el complejo dentino-pulpar reacciona con respuestas muy diferentes. Los procesos que condicionan ciertas patologías dentarias como atricción, abrasión y esosión, los tallados cavitarios y la caries entre otros, son los responsables de una serie de cambios dentinarios que dificultan o disminuyen la permeabilidad dentinaria. Por cialquiera de estos procesos el dentinoblasto tiende a retroceder, originando una formación dentinaria conocida como dentina secundaria reparativa o terciaria (Figura 8). Las características de esta dentina de rápida formación es la de menor número de túbulos, los cuales pueden ser rectilíneos, tortuosos o estar ausentes (23, 24). Lo más frecuente es que sean tortuosos (Figura 9) en comparación con los túbulos de la dentina secundaria fisiológica que son rectos (Figura 10). La formación de esta dentina secundaria reparativa o terciaria disminuye la permeabilidad, dificultando la penetración de productos de la inflamación, tóxicos o cáusticos (22).
Al mismo tiempo que se produce el retroceso del cuerpo del dentinoblasto, el extremo de las prolongaciones facilita la formación de dentina peritubular condicionando la denominada dentina esclerótica, que supone el cierre de los túbulos dentinarios (Figura 11). La caries favorece la aparición de esta dentina esclerótica, debido a la formación de unos cristales de gran tamaño (Cristales de Withlockite) que tienden a cerrar los túbulos (Figura 12), disminuyendo la permeabilidad en la dentina con caries (22, 25)
Pero también existen otros elementos estructurales que condicionarán vaiaciones de la permeabilidad dentinaria, además de las prolongaciones de los dentinoblastos, como son los depósitos intratubulares de colágena (26).
Estamos de acuerdo con SELZER y BENDER (27) en que "la permeabilidad dentinaria depende del número, diámetro y longitud de los túbulos dentinarios, así como de la facilidad con que fluye el líquido dentinario, por un gradiente de presión osmótica, hidrostática o de concentración". Pero realmente son también otros muchos factores los que nos van a condicionar la permeabilidad (diferencias regionales, depósitos orgánicos y/o minerales intratubulares, existencia o no de prolongaciones dentinoblásticas), y que debemos tener presente ya que el tamaño funcional de los túbulos es bastante más pequeño del que se describe microscópicamente (28).
LLAMAS CADAVAL, R. (Médico Estomatólogo/Histopatólogo. Prof. Titular de Patología y Terapéutica Dental); JIMÉNEZ PLANAS, A. (Médico Estomatólogo. Prof. Titular de Materiales Odontológicos); JIMÉNEZ RUBIO-MANZANARES, A (Médico estomatólogo. Prof. Asociado de Patología y Terapéutica Dental); SEGURA EGEA, J.J. (Médico Odontólogo. Prof. Asociado de Patología y Terapéutica Dental de Odontología Integrada de AdultoS); BONILLA REPRESA, V. (Odontólogo. Colaborador Honorario de Patología y Terapéutica Dental). Patología y Terapéutica Dental (Prof. R. Llamas). Departamento de Estomatología. Facultad de Odontología. Universidad de Sevilla (España).