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100 motivos para ir al dentista (Parte 1)

OdontoSoft Millenium

OdontoSoft Millennium !

Por ANTÔNIO INÁCIO RIBEIRO

EL PORQUE DE ESTE LIBRO

Mucho escuche hablar del dejarse estar y la falta de tiempo del latinoamericano no respecto a los cuidados de su salud bucal. Por un lado me parecía verdadero, viendo las estadísticas que nos rotulan como los países de los sin dientes o campeón de las caries, lo que por actuar en el área, encontraba un poco exagerado, aunque, en el día a día, acompañara el mal estado de las dentaduras de nuestra población.

En un análisis personal, me pareció que a las personas les faltaba un conocimiento de algo que no les había sido enseñado bien y que por tratarse de algo tan importante para la conservación de sus dientes, me motivo a escribir este libro:

¿QUÉ ES LA SALUD BUCAL Y CÓMO DEBEMOS MANTENERLA?

En él tratamos de explicar, en un lenguaje fácil y accesible, con palabras de uso cotidianos, uno a uno de los cien motivos mayores que deben llevar a alguien a buscar un odontólogo, cual es la ventaja de tratarse, cuando y a quien recurrir.

Ambiciono, con este trabajo, concienciar a todos los que lo lean a prevenirse, tratando antes de nada de sus problemas dentales y, con este simple cambio de concepto, hacer con que se gaste menos, permitiendo que orientados y motivados, por saber que tendrá un gasto menor, muchas mas personas se dirijan espontáneamente a los consultorios dentales, mejorando su salud como un todo, haciendo con que vuelvan a sonreír.

 

INTRODUCCIÓN

Pasé casi toda mi vida vendiendo cosas y ahora, después de más de treinta años, me doy cuenta de que no eran cosas lo que yo debería haber vendido, y si ideas. Siempre busqué conocer bien el producto antes de vender, saber quien lo compraría, para que serviría y que utilidad tendría. Intentaba ir mas allá, buscando saber que otras necesidades tenia mi cliente y entender a fondo detalles de su trabajo. Como dediqué más de treinta años de trabajo a la Odontología, creo que incluso fui demasiado lejos y hoy por hoy busco, a través de mis libros, distribuir lo que fui aprendiendo en todos estos años.

Recientemente, empecé a interesarme por el conocimiento del otro lado de la profesión, o sea, lo que respecta al paciente y lo que él podría saber para mejorar su calidad de vida desde el punto de vista de la salud bucal. Después de mucho leer y pensar, me arriesgo a proponer una alteración en los hábitos del latinoamericano a su salud bucal. Es una idea simple y fácil, como todo lo que procuramos colocar en este libro: gaste menos ahora para no gastar más después. Vaya al dentista hoy, para no tener que ir corriendo mañana, con algo grande y grave para hacer. Este pequeño cambio de postura te hará economizar mucho. Basta leer el libro y comprender que los problemas dentales pueden estar molestando a usted y su familia, trátelos y tenga un ahorro sustancial. Si es necesario pida convenios en la forma de pago, negocie, pero no deje para después. En otro momento tal vez usted ya no pueda gastar el monto elevado que costará el tratamiento en un estado muy avanzado.

Con esta iniciativa, usted pondrá la salud bucal entre sus prioridades para su mejor calidad de vida, sonreirá mas y estará en armonía consigo mismo y con las personas que lo rodean, por el simple hecho de poder mostrar a todos su sonrisa, nueva y linda.

 

 

1. PARA EMBELLECER SU SONRISA

Entre las bellezas colocadas por el Creador en la naturaleza, una de las más perfectas es el ser humano, y entre las perfecciones de este, la sonrisa, el más bello de los gestos, nuestra forma de comunicación mas sonora eficiente y expresiva, elemento de atracción entre las personas, razón de aproximación Obviamente siempre y cuando la sonrisa sea verdadera y espontánea. y se mantenga conservada, tal como la recibimos, o mejor aún.

La sonrisa, como otras evoluciones consecuentes de la mano del hombre, puede ser corregida o mejorada. Así como nos afeitamos, arreglamos el cabello, nos maquillamos, nos dedicamos a una dieta o nos sometemos a una cirugía plástica, la sonrisa puede y debe recibir una atención para mejorarla. La mano del hombre que es capaz de crear, dando belleza a una pintura, formas bellas a una escultura, énfasis con iluminación a bellezas naturales o todavía efectos especiales por la arquitectura, hoy ha logrado hacer transformaciones en la fisionomía que resultan realmente fantásticas, a través de simples correcciones en la sonrisa de una persona.

Se trata de mejorías en los colores de los dientes, correcciones de formato en algunos de ellos, tratando de armonizar, algunos dientes desviados de su posición normal, eliminación de espacios interdentales, o diastemas a través del uso de resinas del color de los dientes, reposición de dientes perdidos, corrección de defectos en las encías y arreglo de posiciones equivocadas de los maxilares.

Con esto se mejora nuestra imagen facial, en el punto de mayor concentración visual: la boca. Rejuvenece las facciones, aumenta la auto estima por la mejor aceptación de si mismo, cuando no corrigiendo alguna limitación a la que nos imponíamos por la insatisfacción con respecto a nuestra sonrisa. Se mejorará la fonética y se permitirá una mejor entonación de las palabras, facilitando la comunicación tan esencial en nuestros días. Para mejorar la sonrisa, se obtienen mayor volumen de la arcada dental, mejorando la posición de los labios, perfeccionando el perfil facial y, algunas veces eliminado arrugas o fallas dentales. En otras ocasiones, se facilita la propia higiene bucal, permitiendo una mejor manutención del blanco ideal de los dientes que, de otra manera sólo se obtenía aclarando artificialmente, y este es un recurso bastante utilizado para mejorar la apariencia.

Siempre que tengamos cualquier insatisfacción con nuestros dientes debemos buscar un odontólogo, aunque sean problemas antiguos que otros profesionales no resolvieron. Dentro de la Odontología el profesional mas indicado para resolver estos problemas es el especialista en Operatoria Dental, la área de la estética, también conocida por cosmética dental. Cuando más largo sea el tiempo recorrido, más serán los problemas y más difíciles y onerosas pasan a ser las soluciones. Problemas estéticos, tratados al inicio, corresponden a valores pequeños y muchas veces, pocas consultas son suficientes para llegar a una solución. En la mayor parte de los casos, este tipo de tratamiento no envuelve el dolor, siendo realizados sin el uso de anestesia.

 

2. PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA

Dicen los que saben, que de nada sirve vivir mucho sin calidad de vida. Que lo ideal es una vida saludable, aprovechando de su totalidad. Otros dicen que somos lo que comemos y que gran parte de los problemas de nuestro cuerpo están relacionados, no sólo por los alimentos ingeridos sino también por el tipo de digestión que hacemos. Esta última empieza indiscutiblemente por la boca. Es en la masticación donde se define el mayor o menor esfuerzo a que se someterá a todo el aparato digestivo. Por eso, es importante masticar mucho y bien. Si el mundo moderno ya no nos permite masticar mucho, por lo menos hagámoslo bien. Por este motivo son necesarios todos los dientes en buena posición y estado. Hablar, besar, tocar algún instrumento, silbar, cantar y sonreír son algunas actividades importantes para la calidad de vida, que dependen de la boca y del buen estado de sus dientes y que pueden llevarlo o no, a una mejor calidad de vida.

Los problemas de masticación que resultan en una digestión sobrecargada son frecuentemente de una articulación (forma con que los dientes de los dos maxilares se encajan durante el acto de masticar) inadecuada o insuficiente. Muchas veces la persona ni siquiera desconfía de que convive con esta limitación, sin percibir si los dientes se tocan adecuadamente en la masticación y conviven por años con limitaciones que podrían ser resueltas con procedimientos simples, que envuelven reposicionamiento de algunos dientes a través de placas de mordida usadas por algún tiempo, normalmente durante la noche. En otros casos, la solución es rehacer el formato de algunos dientes para permitir que todos ocluyan mejor. Algunos pocos casos necesitan de tratamientos más complejos. Además de una digestión más saludable, que muchas veces permite disminuir naturalmente el tamaño de la barriga, por el simple hecho de no colocar el aparato digestivo en sobrecarga, una buena digestión mejora el desempeño en el período de la tarde, principalmente en las primeras horas después del almuerzo. Otra ventaja del tratamiento, para los que tienen estos problemas es eliminar roce de los dientes en el período nocturno, que puede acarrear otras consecuencias mayores, eliminando, en los casos más comprometidos, dolores consecuentes de la mala posición de los maxilares y dientes en el acto de su articulación. Una buena oclusión (correcto anclaje de los dientes en los maxilares); además de las ventajas en masticación permiten hablar de manera mas espontánea y los movimientos de la estructura facial son mas armónicos.

Cuando usted observe que sus dientes no sierran en forma correcta unos con los otros, o sentir que tiene dolor o cansancio en la masticación o cuando su dentista clínico general recomendar un análisis mas detallado de su articulación temporo-mandibular, es señal de que usted debe buscar un especialista para identificar mejor su problema y tratarlo. Es una especialidad que está surgiendo ahora, que engloba la oclusión, el dolor y la disfunción. Todos sus tratamientos están ausentes de dolor, sin necesidad de anestesia y no implican un tiempo prolongado. La mayor parte de los casos son poco costosos, principalmente cuando son tratados en la fases iniciales del problema, y la mejora de la calidad de vida sucede en casi el cien por ciento de los casos que son tratados en forma adecuada y conveniente.

 

3. PARA ATENDER UNA EMERGENCIA

Una caída, un golpe en la bicicleta, un choque en los deportes, un accidente de automóvil o una simple mordida a un choclo o un pochoclo que no se abrió, pueden provocar la ruptura de un diente o de una raíz. También son emergencias los casos de dolor a causa de conductos con infección, encías inflamadas, caries avanzadas, dientes inclusos u otros problemas que devienen de tratamientos que no se realizaron o que no están totalmente concluidos en el momento. Para mala suerte de sus portadores acostumbran suceder a la noche o en los fines de semana, porque estos son los momentos predilectos para la práctica de deportes o cuando el organismo en reposo, acostumbra manifestarse por algo que lo está agrediendo.

Otros casos de trauma por algún tipo de impacto, presentan siempre mejores alternativas de tratamiento cuando son atendidos inmediatamente, salvo en los casos en que el profesional constate que la gravedad es menor y no se necesita un tratamiento urgente. Por eso, en cualquiera de estas situaciones procure establecer contacto inmediato con su Odontólogo. Verifique si aparece el teléfono del consultorio en las agendas comerciales y residenciales y, de ser disponible el número de telefono movil, para los casos de emergencia. Tenerlos es útil no sólo para usted sino también para recomendar a algún amigo que, en el momento de la emergencia puede no tener el teléfono de su profesional. A un médico, abogado, dentista, bombero y policía no sabemos cuando se puede necesitar, a causa de esto la importancia de tener sus números siempre disponibles.

Para los casos de accidentes, no existe prevención a las consecuencias odontológicas, o sea, si le damos el debido valor a los dientes, deberíamos evitar las situaciones de riesgo. Si el accidente sucede no debemos dudar en hacer la consulta al dentista, recuerde que no se cobran las consultas telefónicas y que su opinión respecto a hechos que envuelvan dientes o bocas, además de gratuita, es muy importante. Para los casos de emergencias que envuelvan infecciones, inflamaciones u otro tipo de dolor por problemas que no fueron tratados, la forma de evitarlas es no interrumpir tratamientos, o empezarlos siempre que sea necesario. Ningún problema de origen odontológico se soluciona solo. Algunos pueden ser solucionados o evitados con una simple consulta, antes de que se generen problemas mayores. El tratamiento preventivo para estos casos siempre sale más económico que cuando son intervenidos con emergencia. Fuera la ventaja de evitarse el estrés que su ocurrencia acostumbra causar.

En los casos de emergencia, antes de ir al consultorio odontológico, acostúmbrese a llamar por teléfono. Algunos procedimientos simples como la medicación adecuada, pueden mejorar su posterior atención. Además algunas veces puede ahorrarse la consulta de emergencia. No deje de buscar la opinión correcta, siguiendo consejos de personas que desconocen el asunto, aunque asocien su malestar con la de otra persona y les indique la forma en que se procedió. Todos los organismos son distintos y las situaciones nunca son rigurosamente iguales, a menos que provoquemos exactamente las mismas circunstancias, e ahí ya no se trata de un caso de emergencia. En primer lugar, llame a su odontólogo por teléfono, dejando la posibilidad de recurrir a Urgencias para una segunda opción. En el caso de no encontrarlo deje un mensaje y trate de averiguar una forma para ubicarlo, algún pariente o amigo donde pueda localizarlo apenas sepa de su problema, él entrará en contacto. No deje de mencionar el teléfono donde usted se encuentra.

 

4. PARA NO SENTIR DOLOR

En todo tratamiento realizado, interrumpido o no, existe la posibilidad de que aparezca dolor, con mas o menos intensidad, de acuerdo con la gravedad que exige el tratamiento. Esto vale tanto para la Odontología como para la Medicina. En ambas, cuando el tratamiento es hecho al inicio del problema, la eliminación del dolor que nos acomete es casi inmediata y con poca intervención. Para los casos de extremo dolor los tratamientos son onerosos, mas demorados y el dolor no desaparece con la misma rapidez. Para los que creen que el dolor no tiene solución y que la única forma que queda es padecer, algo alentador: hay una manera de evitar la aparición y esta manera es la prevención. Que además de todo es más económico, rápida y eficiente.

A la primer señal de algún problema, tal como: pequeña fractura de un diente, micro orificio que usted siente con la lengua, punta que traba o deshila el hilo dental, lugar de sensibilidad durante el cepillado, pequeños puntos de sangrados de la encía, alteración de la sensibilidad con la variación de temperatura (caliente, frío), alguna mancha, anormalidades en el esmalte de los dientes, llame en ese mismo día a su odontólogo, relate el hecho y marque una consulta. No deje para mañana, como la mayoría acostumbra hacer. Lo que no hacemos hoy, probablemente no haremos en el día siguiente, a menos que usted sea organizado y agende el compromiso para un día más oportuno. Si no puede llamar en el momento, ponga un rollo de hilo dental en el bolsillo hasta que lo haga. Este puede ser un recordatorio infantil pero no deje para después.

Tratando en el momento de la constatación, la mayor parte de las veces, con una única consulta se resuelve, desde que usted proceda así siempre. El gasto será menor y las consecuencias futuras, casi nulas. No haciendo esto, estará permitiendo que el hecho generador del problema progrese, aumente, tal vez lleve obligatoriamente a una prótesis, o un tratamiento de conducto y tratamiento en las encías a causa del crecimiento de aquella pequeña lesión. Siempre que tengas los dientes en orden, la higiene se hace más fácil y en tanto a la motivación, esta continua ascendiendo optimizando la manutención. Cuando uno deja de prestarle atención al cepillado pasándola algunas veces para el segundo plano, como si usted mismo se estuviera castigando.

Si no siente o percibe ninguna molestia o algo anormal en sus dientes, encías u otros tejidos blandos de la cavidad oral, no deje de visitar su odontólogo una vez al año. Fije una fecha, la de su cumpleaños, por ejemplo, y regálese esto para su salud y para usted mismo. Su bolsillo se lo agradecerá en el futuro. Tanto para los pequeños problemas como para las visitas anuales de manutención, busque su dentista, aquel que lo atiende siempre. Él tiene una ficha completa con su historia clínica y sabrá, examinar los lugares críticos e, en los casos de factores de riesgo, tales como dificultad en la higienización en un área específica, por ejemplo, él enfocará su atención en ellos. Evite cambiar muchas veces de dentista e si, por factores geográficos esté obligado a hacerlo, visite su dentista habitual, justifique el cambio y pida una copia de su ficha clínica. Esto ayudará a su próximo odontólogo y lo hará que usted quede bien con el antiguo, para el caso en que tenga que volver a su odontólogo original. Al contar con su ficha, sabrá si tiene algún arreglo que no fue hecho por él e así evitará situaciones engorrosas.

 

5. PARA QUE EN EL FUTURO GASTE MENOS

Esta es una de las ventajas de quien va regularmente al odontólogo. Es una forma segura de economizar, gastando muy poco. La salud bucal es como un automóvil o una casa. Si descubrimos un ruido extraño en nuestro automóvil, lo llevamos al taller en el mismo día y por poco dinero el arreglo está echo. Cuando una pieza se afloja y llevamos el auto, nuevamente gastaremos muy poco. Pero si dejamos y no le damos importancia, en algunos meses los defectos se irán acumulando e estaremos sujeto a quedar parados en la calle o ruta. Esto equivale a un diente roto o algunos días sin poder ir a trabajar por un dolor de muelas. Con respecto a la casa sucede lo mismo. Si lavamos la vajilla a cada uso, la cocina siempre estará bien limpia. Si las camas son arregladas diariamente, la casa siempre estará en orden. Si nada de esto es hecho, en semanas el desorden será general y, en algunos casos, ni siquiera se sentirá motivado a mirar su casa. Esto mismo equivale a una boca a la que no queremos ni ver, y algunas veces ni siquiera podemos acercarnos por el mal aliento.

El secreto es que seamos economistas en la salud bucal. No economistas de los planteos alocados, sino aquellos que deciden por las cosas en orden y la mantienen, disfrutando luego de la tranquilidad y de los beneficios de una economía estabilizada. Es obvio que, de vez en cuando, necesitamos hacer algunos cambios y manutenciones. Estas, cuando realizadas en el momento exacto, ni siquiera se hacen perceptibles al bolsillo, porque, haciendo economía bucal, los gastos son menores. Una buena forma para hacerlo es marcar un turno con su odontólogo para seis meses o un año después de la última consulta y pedirle que le avise uno o dos días antes. Si usted es cuidadoso y eficiente en la higiene bucal solo volverá un año después. Si su familia está de acuerdo, lleve adelante el mismo mecanismo, eligiendo un mes para sus consultas al dentista, que puede ser por ejemplo el de las vacaciones.

La primer ventaja de este tipo de procedimiento es la economía de tiempo, dado que los tratamientos largos demoran horas en cada consulta, días y meses, para terminarlo. La segunda ventaja es que usted ni siquiera se da cuenta con un tratamiento así, porque en este caso los procedimientos son pequeños y la gran parte de las veces sin anestesia, porque no duelen nada. Sólo existe dolor en la Odontología si usted se deja estar y los problemas pasan a ser graves. La tercera, casi no se considera porque si comparamos los gastos hechos en este caso con los de los tratamientos largos, estos son mínimos. Y los otros son largos porque envuelven muchos procedimientos de una sola vez. Como última ventaja, tenemos a la seguridad que usted tiene de que nada le puede suceder en los próximos seis meses. Esta es la única manera de que un dentista realmente pueda garantizar su trabajo, porque en este caso él estará contando con la parte que hará usted en la manutención del trabajo realizado por él o sea, la manutención de su salud bucal.

No espere que un problema aparezca, incluso porque usted no es odontólogo y no puede identificar de qué se trata. Marque un turno hoy mismo y certifíquese de lo poco que tiene que hacer y hágalo. Después de la consulta, deje marcado el próximo turno para el año siguiente y nunca más preocúpese por los dolores en los dientes. Haga lo mismo con su familia, motívelos e incentivemos a que hagan los mismo y de ser necesario exíjaselos. Cuentas altas con dentista, nunca más. Sólo manutención. Y recuerde que procediendo así, usted disminuye las posibilidades de tener que recurrir a especialistas pagando un alto precio por esto. Los especialistas quedarán para los descuidados y para los caso complejos como la corrección de dientes, implantes, tratamientos de gengivitis, conductos, dientes inclusos y disfunciones de articulación temporo mandibular, entre otros.

 

6. PARA MEJORAR LA TOTALIDAD DE SU SALUD

Cuando usted tiene una buena casa, tiene el placer y el orgullo de conservarla bien. Con su auto ocurre lo mismo, lo que también sucede con su ropa y objetos personales. Esto equivale a todo lo que usted aprecia y gusta, llegando al punto de hacer seguros para protegerlos. Con su salud no puede ser de otra manera. Toda empresa que quiere preservar sus funcionarios, les hace un plan de salud. Con nuestro cuerpo y nuestra salud tenemos que hacer lo mismo: necesitamos conservarla.

Con respecto a nuestro cuerpo, no es conveniente dejar que quede debilitado, convaleciente para entonces buscar un tratamiento. En estos casos aumentan los riesgos y los costos. Se puede hacer un "chequeo" para ver todo lo que tenemos, pero no debemos dejar que todos los problemas se acumulen para tratarlos después. Lo correcto es tratarlos uno a uno, en la medida en que surjan, impidiendo que un problema no tratado termine generando uno y otros. Así hacen los que se acostumbraron a valorar su salud corporal, nuestro más grande patrimonio después del conocimiento. Así debe ser con respecto a nuestra salud bucal. Debemos tratar una cosa a la vez, en la medida en que aparezcan. La mayoría aún no se acostumbra a eso, de ser así los odontólogos ya tienen incorporado un sistema de "chequeo bucal" listo para aplicarnos y, así planear mejor el acompañamiento de nuestra salud bucal. A los que ya lo adquirieron, les damos nuestras felicitaciones y que sirvan de motivación a los demás, que así pueden tener ejemplos reales de sus ventajas.

Perder un compromiso social, un espectáculo o una cena a causa de un dolor de dientes, es tan vergonzoso que no nos gusta siquiera relatar el motivo real que nos llevó a perderlo. Hoy por hoy faltar a un día de trabajo o a un compromiso profesional por un dolor de dientes es además de vergonzoso mal visto por los jefes. Si pierdes una hora de trabajo para ir al dentista, nadie reclamará, probablemente ni lo noten, así como una pequeña limitación por el uso de un provisorio tampoco será percibida socialmente, Tratando bien los dientes en forma preventiva nunca se perderá una oportunidad o un momento inolvidable. Las explicaciones por las cosas perdidas dejarán de existir y las conmemoraciones y conquistas estarán acompañadas siempre de sonrisas.

Su dentista siempre sabrá como orientarlo en la adopción de un plan de tratamiento global inmediato, arreglando formas de pago para este estimado tratamiento. También lo motivará para que a partir de la finalización del tratamiento convenido, usted haga un acompañamiento semestral o anual con una simple consulta profilaxis y manutención. Tome conciencia de esto y haga el último tratamiento dental grande de su vida. Si usted tiene alguna duda respecto a esto, pídale que le indique un amigo en común que le pueda servir de comprobación, ejemplo y motivación. No tenga dudas o recele hablar con él. Sólo tenemos vergüenza de hablar de las cosas equivocadas que hacemos. De las correctas, hablamos con placer y, siempre que nos soliciten, nos colocamos en la situación de modelos para nuestro propio bien y el del prójimo. Sea usted el siguiente en dar un buen ejemplo a su familia y amigos, tornándose amigo de su dentista y no solamente alguien que lo teme a causa de sus propios problemas. Su relación con él y con las otras personas mejorará y su salud como un todo también.

 

7. PARA APROVECHAR LOS PRECIOS BAJOS

Hace cerca de treinta años, cuando empecé a trabajar con dentistas, estos representaban un número inferior a las necesidades que imponía el país y la cantidad de tratamientos que debían ser realizados era mayor que la disponibilidad para hacerlos. Esto, con la ley de oferta y demanda, llevaba los precios a la cima. Hoy la situación se invirtió totalmente. Se elevó al doble el número de facultades y de odontólogos y, como nuestra población disminuyó el ritmo de su crecimiento, ahora tenemos más dentistas de lo necesario. Una buena parte de ellos se está especializando y la mayoría bajó efectivamente sus precios, de tal forma que, el tratamiento dental completo que antes era un privilegio de una minoría, hoy es accesible a una buena parte de la población.

Para aprovechar efectivamente esta situación, sólo hace falta que la mayoría de la población borre el concepto de que los dentistas son caros y vayan a verificar. Para constatar que los precios de una parte importante bajó y hoy está en el nivel real y a su alcance. Tenemos, con seguridad, odontólogos para todos los niveles de nuestra población y usted puede encontrar esto en su propio barrio, basta hacer como hace al comprar algo: buscar uno que entre en su presupuesto, sin dejar de tener en cuenta la calidad del producto, la garantía, la credibilidad de quien se lo ofrece y las condiciones de pago que entrar en su presupuesto. Algunas veces necesitamos ir a tres o cuatro lugares para encontrar lo que queremos. Debemos hacer lo mismo en la búsqueda de un dentista, no podemos dejar de hacer el tratamiento así como no podemos dejar de comprar lo que necesitamos.

Las ventajas de la situación actual de la odontología en Latino América y en el mundo, son altamente favorables para quienes necesiten hacer un tratamiento mayor. Con certeza encontrará la persona que lo realiza y las condiciones de pago que entren en su presupuesto. Todavía debemos considerar que los precios globales están bajos, lo que por sí sólo es un motivo para no perder la oportunidad de tratarse. Además, en los últimos diez o quince años, la odontología evolucionó en un ritmo impresionante, de manera que nuestro nivel de tratamientos dentales está entre los mejores del mundo, usando los mismos materiales y técnicas que se usan en los centros más avanzados. Las propias facultades de Odontología, a causa de la competencia han mejorado, pasando a ofrecer formación del primer mundo a los recién egresados. También las entidades de clase armaron escuelas de perfeccionamiento y especialización para los profesionales graduados a mucho tiempo.

Usted puede comprobar esto visitando los consultorios dentales y observando cuanto han evolucionado y modernizado. Solicite ver los materiales de última generación que son utilizados hoy y no dude en preguntar por los aparatos modernos que hoy se usan en los tratamientos dentales. Sea curioso, pregunte, vea, compare. No deje de tratarse y aproveche esta situación favorable que se está presentando y no sabemos exactamente cuánto durara. Pida un presupuesto completo y después negocie el tiempo en el que puede pagarlo, preguntando al odontólogo si en ese tiempo tiene condiciones de realizar el tratamiento, aunque sea progresivamente. Si el monto no está a su alcance, no pierda la motivación, busque otros profesionales, en el barrio donde usted vive o en el que trabaja, pues con seguridad encontrará el tratamiento adecuado a sus posibilidades. Esto ayudara los profesionales a mantener sus precios en los niveles accesible actuales. Porque trabajando más, no sólo serán más competitivos, también podrán producir más, satisfaciendo sus necesidades sin tener que aumentar sus precios.

 

8. PARA LA COLOCACIÓN DE PRÓTESIS DENTALES

Durante el período prolongado que una persona tarda en tratar sus dientes, la consecuencia, sumado a la poca higienización que se acostumbra hacer en estas situaciones, muchas veces se hace necesario la colocación de prótesis dentales, que sustituirán unos o más dientes perdidos. Estas prótesis se sustentan en los dientes vecinos al perdido, que son preparados para este fin. Las modernas cerámicas lanzadas al mercado para este fin, posibilitan que el trabajo realizado no parezca un diente artificial y incluso mejoran la apariencia de los otros dos dientes que sustenta la prótesis. Esto en el caso de que el diente repuesto sea sólo uno, llamado de prótesis unitaria. Si más de uno tiene la necesidad de sustitución, se denominará prótesis múltiple. En el último caso se necesitará de mas dientes que sirvan de apoyo para las prótesis.

Los dientes son preparados para la recepción de las prótesis que sujetarán. La preparación puede tratarse de tratamientos de conducto o de las encías, siempre que sea necesario, además de que deben recibir una preparación para dejarlos con un formato que posibilite recibir mejor la prótesis y permitir un mejor apoyo para las mismas. Después de estos preparativos, los dientes son moldeados, haciendo un molde que un protético trabajará, para construir una estructura metálica que servirá de sujeción para los dientes artificiales que en ella serán colocados. Para los dientes es realizada una elección de color, llevándose en cuenta el color y el formato del resto de los dientes, en el lado opuesto a su arcada dental. Terminado el trabajo, antes de su colocación, el diente recibe un tratamiento para dejar su superficie más resistente, como lo que sucede con el esmalte de los dientes y con una apariencia más viva, como si fueran dientes naturales. Durante el período en que el protético realice su prótesis, usted utilizará una provisória.

La ventaja de las prótesis hechas actualmente es que ellas no parecen artificiales, muchas veces hasta mejora la apariencia del paciente. Consideran su articulación, dado que son montadas en un modelo de estudios y otro de trabajo, conocido como articulador, que simula los movimientos de la masticación. Los dentistas que realizan buenas prótesis dejan espacios adecuados para que usted pueda realizar su higienización, de manera que pueda conservarla por muchos y muchos años. A pedido del cliente se puede hacer algunas alteraciones para dejar la sonrisa más adecuada a cada tipo de personalidad, considerando la línea de la sonrisa de cada persona.

Si usted tiene un diente que recibió tratamiento de conducto, que tuvo una restauración importante o un gran problema de encía y este mismo vuelve a presentar señales de que está con problemas, no permita que estos evolucionen sin una consulta al dentista. Si no le hace, probablemente el problema se extenderá hacia otros dientes que estén próximos a este, que en breve, la solución sea una prótesis y, consecuentemente, mas cara. Si el problema quedara sin solución por algunos años, la situación extrema es la perdida de todos los dientes, lo que hará de usted un mutilado dental. Preserve lo que su Creador le dio gratuitamente, cuidando para mantener la mejor dentición que usted ya tuvo. La primera fue temporaria (dientes de leche) y la tercera le saldrá bastante más cara: los implantes. Tratándose en la fase inicial, su própio dentista estará en condiciones de atenderlo con un costo razonable. Dejando el tratamiento para después deberá buscar un especialista y gastar mucho más. Aunque su problema haya avanzado, no deje de consultar su dentista, dado que él es la mejor persona que puede indicarle que tipo de especialista necesita y entre ellos, cual es él que podrá hacerle un buen trabajo, con precios que usted pueda pagar.

 

9. PARA CAMBIAR UNA RESTAURACIÓN

Conocidos, popularmente como ‘arreglos’, ellos antes eran hechos solamente con amalgamas o silicato, que, casi siempre no brindaban una buena estética o durabilidad. Cuando las restauraciones son realizadas en pacientes jóvenes, deberían tener una expectativa de duración de casi una vida entera. Ellas restauran una parte del diente que debió ser removida por estar cariada. Cuando son tratadas en una fase inicial las restauraciones son pequeñas y normalmente durarán más tiempo, pero sin son tratadas en un estado mas adelantado, fatalmente serán más grandes y durarán menos. Si fueran en la región anterior o en la faz oclusal (la que se ve cuando abrimos la boca), la cuestión estética es fundamental, dado que pueden alterar nuestra sonrisa, para mejor o para peor. Mejor si no aparecieran y peor si es posible notar su existencia.

Si usted no se encuentra satisfecho con alguna restauración que se le hayan realizado, por el color, por la forma, porque es visible (no está bien hecha), no pelee con el espejo, ni permita que esto disminuya su alto estima, y de ninguna manera intente sonreír de una forma torcida para que no se le note el arreglo. Sepa que hoy existen resinas de cuarta generación que permiten que sus restauraciones sean totalmente imperceptibles. Además de corregir arreglos mal hechos o antiguos, permiten que por medio de ellas se corrijan defectos, fracturas, diastemas (espacios entre los dientes) y hasta algunos pequeños mal posicionamiento de los dientes. Aciertan los colores y los dejan como los demás dientes, o todavía a través de la colocación de facetas (como si fueran uñas postizas) corrigiendo toda la estética de la sonrisa y cambiando su fisionomía facial. En algunos casos seleccionados, incluso puede sustituir la mala apariencia de algunas prótesis, que estén buenas en cuanto a su función pero malas en la estática.

Con esas nuevas resinas, usted incluso puede elegir como va a quedar su sonrisa, a través de una cámara intra oral y un programa de computadora, que toma la imagen de un buen diente suyo y lo transporta para el lugar en el que se hará la sustitución, en su boca. En el caso de la alteración de la faz estética de todos los dientes, extremos en el que tratamientos de clareamiento no podrán mejorarlos, puede incluso elegirse un color de tonalidad levemente más clara, para la obtención de una apariencia rejuvenecedora. En casos de fracturas antiguas o de cierre de espacios, los cambios obtenidos embellecen la sonrisa, rejuveneciendo su portador y dejándolo mucho mas satisfecho con su nueva imagen. Como no exigen tratamiento de conducto, prótesis o provisorios, estos tratamientos son bastante más rápidos y accesibles de lo que se pueda imaginar, valiendo la pena una consulta sin compromisos para un presupuesto.

Si su odontólogo está actualizado, hace cursos, participa en congresos y acostumbra comprar los materiales nuevos que modernizan a la Odontología, él es la persona indicada para transformarlo, cambiando sus restauraciones viejas por nuevas y más estéticas. En el caso de que esta no sea su especialidad, o esté trabajando más en otra, lo indicado para este tipo de trabajo es el especialista en odontología reparadora y, entre estos los que colocan énfasis en la estética. Si sus restauraciones antiguas se encuentran bien, no presenta sensibilidad al frío y al calor, no existe otro motivo mas que el estético para cambiarlas. Esto es una ventaja porque le permite elegir el momento correcto para hacer su cambio facial y analizar con detalles todo lo que a usted le gustaría cambiar. Un especialista lo orientará bien si, para su caso es necesario un cambio radical o si un simple retoque de detalles es suficiente para que usted se sienta mas joven, como si se tratara de una plástica sin cirugía.

 

10. PARA CORREGIR DIENTES TORCIDOS

Algunas veces, por factores genéticos o por hábitos de la infancia, como el uso prolongado del chupete, chuparse el dedo o dormir con la boca abierta, entre otros, ocurre el mal posicionamiento de los dientes en la arcada, haciendo con que algunas veces la estética sea mala y en otras, que esté perjudicada la acción masticatória, por la imposibilidad que esos dientes torcidos articulan entre si. También puede perjudicarse la función fonética impidiendo o dificultando la correcta articulación de las palabras. Cuando los dientes están apilados, se hace difícil su higienización, lo que acarreará, en el futuro, la presencia de caries, e después de una cierta edad problemas periodontales, por enfermedades en las encías que no fueron correctamente higienizadas. Todo eso sin hablar de los perjuicios estéticos que dientes torcidos pueden traer, justamente en una fase donde la apariencia es fundamental para el factor de aproximación entre personas.

En las diferentes etapas del problema, en las distintas fajas de edad en que existe intervención y en los variados tipos de anomalías referentes al posicionamiento de los dientes, existen diferentes formas de solucionar este problema. Desde simples aparatos exclusivo uso nocturno, pasando por aparatos de uso continuo, pero removibles, por aparatos extra-orales, fijos parciales o totales, hasta la necesidad de extracciones o cirugías para corregir el tamaño o posicionamiento de los maxilares. Mientras más simples sea el caso y cuanto antes se inicie el tratamiento, excepto en las malas oclusiones, más fácil será la solución y los métodos utilizados serán más cómodos para el paciente. Los aparatos móviles, normalmente requieren un tiempo mas corto, a diferencia de los aparatos fijos, que son colocados en los dientes y casi siempre requieren un tiempo prolongado, así como las cirugías, que para extracciones, como para correcciones, requieren un período de preparación y la edad correcta para intervenir. Los tratamientos pueden ser preventivos o correctivos, de acuerdo con el caso y con la edad del paciente.

Si los tratamientos indicados fueran los preventivos, los gastos decorrientes serian mucho menores y las oportunidades para solucionar el problema serían muy buenas. En los correctivos, con el uso de aparatos fijos o móviles, implica gastos mayores, aunque son distribuidos a lo largo del tiempo de duración del tratamiento. Tratamientos iniciados en una dentición mixta, además de que los gastos son menores, tienen la ventaja de que los aparatos son más cómodos, removibles y muchas veces con el tiempo de duración del tratamiento, significativamente menor. También la posibilidad de obtención de mejores resultados, se presentan en esta situación. Otra ventaja de nuestros días es que los aparatos cuentan con versiones coloridas o transparentes, que al menos dan una apariencia más joven o discreta, de acuerdo con la preferencia de cada uno. Tener una dentición correcta desde el punto de vista de la posición de los dientes, es un beneficio que se llevará para el resto de la vida.

A pesar de que usted no sospeche de problemas de pocisionamiento en los dientes de sus hijos, no dude en preguntar a su dentista si el paciente necesita visitar un especialista para una mejor evaluación. Esta pregunta hecha antes de la adolescencia, lo ayudará a economizar tiempo y dinero, en el caso de ser necesario. El especialista correcto para el tratamiento de corrección de los dientes es el ortodoncista, hoy conocido también como ortopedista facial. Es el profesional mas indicada para el tratamiento, así como para dar un diagnóstico si es que realmente sea necesaria o no la utilización de aparatos. Siendo necesario el uso de aparatos correctivos, no arriesgue o vacile, procure un especialista, o varios si desea comparar precios y opiniones, pero no deje de hacer el tratamiento en la edad correcta, porque las posibilidades con edades mayores son menores.

 

 

 

 

11. PARA MEJORAR SUS ENCIAS

Con el paso del tiempo las caries dejan de ser el principal problema, relacionado a la salud bucal. Los dientes se van calcificando y la probabilidad de nuevas caries va disminuyendo, siempre que los dientes estén perfectamente higienizados. A partir de esa etapa el mal mayor empieza a estar localizado en sus encías, que encubren el periodonto, tejidos que dan sujeción a los dientes y la parte ósea donde estos están fijos. El origen de las enfermedades en las encías, la mayor parte de las veces están ligadas a la mala o inadecuada higiene, y la predisposición genética o de raza, además de factores relacionados con la edad, que aislados o en conjunto pueden dar origen a la placa bacteriana que, si no es removida formará el tártaro, que sólo el dentista con instrumentos especiales, puede retirar. Esta placa bacteriana y el sarro (cálculo) son los causantes de la periodontitis (enfermedad de las encías inflamadas), que es responsables por el aflojamiento y pérdida de los dientes. Esta enfermedad es percibida por sangrados en el cepillado, oscurecimiento de las encías, inflamación, dolor o sensibilidad al cepillar. Cualquiera de estos indicadores debe llevarlo inmediatamente a ver a su odontólogo. Ya que una consulta preventiva anual, después de los treinta años es lo más indicado para prevenir la enfermedad.

Su tratamiento se constituye de la remoción de esa placa bacteriana que, partiendo de su propio nombre, percibimos que tiene bacterias, que son nocivas al organismo. En el estado inicial, a través de la remoción del tártaro mediante un raspaje, en el estado intermediario, por una cirugía en las encías, con su apertura, cuando la placa y el tártaro ya están a una profundidad mayor, por cuenta de la pérdida del hueso, consecuente con estas inflamaciones crónicas. En cualquiera de las fases, el profesional le hará un programa de higiene bucal adecuado a la fase de su enfermedad y al tipo de dificultad de higienización que la originó. Después de realizado el tratamiento, la manutención de este será fundamental para el control de la enfermedad y dependerá de mucho la motivación que usted debe tener para conservar sus dientes y pretender no gastar mucho con ellos en el futuro.

Cuidar de sus encías es garantizar sus dientes para el resto de su vida. Si la higiene bucal es bien hecha desde la infancia, la enfermedad difícilmente aparecerá. Una vez constatada la enfermedad periodontal, su tratamiento es fundamental para preservar sus dientes y no tener que hacerse prótesis o implantes para reponer sus dientes perdidos. Enfermedades de encías traen sensibilidad, dolor y aflojamiento de los dientes. Desde el punto de vista de la estética, la sonrisa con problemas en las encías comienza a afear, porque las encías enfermas se retraen, llegando a exponerse parte de las raíces, con modificaciones de coloración y formato que fácilmente son perceptibles. La ventaja mas grande del tratamiento es no perder sus dientes. Personas relapsas, con problema de enfermedad de encías, que no son tratadas, tienen o tendrán sus dientes afectados o flojos y que, muy precozmente empezarán a caerse.

Al percibir cualquiera síntoma extraño en su encía, o mejor, a partir de los treinta años, haga consultas regulares de control de placa bacteriana. En ellas su dentista colocará un líquido o pasta que dará la evidencia su usted tiene placa bacteriana, que, por tener casi el color del diente, es de difícil visualización. Constatada la enfermedad, común en más de la mitad de nuestra población, el especialista correcto para tratarla es el periodontista que, después de graduado, hace un curso de uno a dos años, estudiando exclusivamente la forma de tratar esta enfermedad que, si no es tratada convenientemente ciertamente lo llevará, a la perdida de sus dientes, a problemas de masticación, de estética, fonética y auto estima.

 

12. PARA TRATAR EL MAL ALIENTO

Antes era tenido como problema estomacal, por problemas de úlceras o de esófago. Hoy sabemos que los problemas de mal aliento están casi un cien por cien de los casos, ligado a problemas de pequeñas inflamaciones en la lengua, a causa de la putrefacción de los residuos alimentarios permanecidos en esta, por falta del cepillado adecuado.

Es mejor que así sea, pues torna la solución para este problema, que muchas veces llevó a dificultades para relacionarse cuando no lo hizo inviable, bastante más fácil y accesible tanto desde el punto de vista práctico como desde el acceso. Para los que pensaban en problemas estomacales, afirman los especialistas que el cuerpo humano dispone de válvulas que naturalmente impiden el reflujo de estos gases de forma involuntaria. Para su mejor comprensión, la superficie rugosa de la lengua, con su visible porosidad y su contacto directo con todo tipo de alimentos y el conocimiento, donde la mayoría de los alimentos se deteriora, queda mas fácil comprender su origen.

Excepción hecha al mal aliento relacionado a las enfermedades de encías, también por descomposición en la falta de higienización, el tratamiento contra el mal aliento es un procedimiento extremadamente simple, increíblemente económico y de fácil realización, además de brindar buenos resultados, desde que esta higiene se haga en forma constante cuanto al cepillado de los dientes. Se hace con instrumentos propios encontrados en las casas de artículos dentales, donde también encontrados cepillos interdentales, para la higiene entre los dientes, cepillos unitufos para cepillas bordeando las encías e varios tipos de hilo dental específico para quienes usan prótesis unidas por detrás. Además de todo esto, en las casas especializadas, usted encontrará varios dispositivos que lo ayudarán a cuidar mejor sus dientes, encías y ahora que ya conoce el origen del mal aliento, también el cuidado de su lengua. Sabiendo eso no tenga miendo de preguntar a algún familiar o amigo si usted tiene mal aliento, principalmente si percibe que las personas evitan quedar frente a frente, cuando usted habla con ellas.

Consciente de su problema y sabiendo que el mismo tiene solución, busque un tratamiento y vuelva a tener una convivencia social y de relación interpersonal normal y sana, sin miedos o dudas. Tratando, aproxímese a las personas tanto en el sentido espiritual, social, como en el físico. Recuerde que hablar más de cerca brinda un toque más íntimo, facilitando relaciones, tantos personales como comerciales, además de que, en algunas circunstancias, aproximarse para hablar es totalmente indispensable, como en ambientes ruidosos, o donde muchas personas están conversando y usted se está dirigiendo solamente a uno o unos pocos, y también en los casos en que las personas tengan limitaciones auditivas, o bajo volumen de voz, por la edad. Tener buen aliento, al contrario del malo que ahuyenta, aproxima las personas, tanto cuanto el beso, señal de mayor aprecio o atención.

Recibiendo información positiva al preguntar a las personas sobre sus relaciones o simplemente sospechando, por la postura de los que conviven con usted, no dude, procure su dentista y relate el hecho, pidiendo que él compruebe su sospecha. Una vez constatado el problema, sabrá que probablemente su higiene bucal como todo no se está haciendo de manera correcta. Con seguridad su dentista tratará de verificar algún problema relacionado con sus encías, que podrá estar colaborando con el mal aliento. Además de los cepillos especiales que serán indicados para los que tienen problemas de encías, usted deberá usar también la higinizadora de lengua, que todavía es mas fácil de usar que el cepillo de dientes e, al menos una vez al día complete su higiene bucal con una adecuada limpieza de lengua, que así como el cepillado de los dientes, funciona también como prevención contra posibles problemas futuros.

 

13. PARA ELIMINAR EL DOLOR EN LOS DIENTES

El motivo que más lleva a las personas a un consultorio dental, es el dolor continuo. Este, infelizmente, sigue siendo uno de los mayores motivadores de visitas de los pacientes a su odontólogo. Infelizmente porque, en la mayor parte de los casos, cuando existe dolor es señal de que el problema ya se agravó y el organismo empieza a dar alerta sobre su gravedad. Normalmente son caries que no fueron tratadas, que evolucionaron, llegando, en muchos casos, al acercamiento al conducto (la parte sensorial del diente) y existen fracturas por disminución de la estructura de resistencia de los dientes. Problemas como enfermedades de las encías, articulaciones, dientes inclusos, prótesis fracturadas, dientes fuera de lugar o traumatismos, entre otros, también llevan al dolor en el caso en que no sean tratados en el tiempo correcto. Siempre que exista dolor hay un problema que debe ser tratado, que, en la gran parte de los casos, tendría que haber sido resuelto antes.

La eliminación definitiva del dolor nunca será por consecuencia de la acción de los analgésicos sí siempre por la solución del problema que lo esté causando. Cualquiera sea el paliativo, siempre será temporario y el problema al no ser resuelto, será recurrente. Y con frecuencia, volverá con más dolor y más intenso. Al menos en la odontología este es un principio que se aplica a casi la totalidad de los casos. La primer etapa del tratamiento que será buscada por el odontólogo, que debe ser el primero en ser consultado en los casos de dolor, es la identificación de su origen, lo que esta causando u originando aquel dolor. Identificada la patología (enfermedad causante), la mitad del camino fue recorrido, porque en la odontología moderna, todos los problemas tienen solución y difícilmente un dolor de naturaleza relacionada con los dientes, no tiene manera de solucionarse, principalmente cuando es tratada en su etapa inicial. Confíe en su odontólogo, porque él está tan interesando como usted en terminar con su sufrimiento, incluso porque de no hacerlo en forma eficiente y adecuada, usted buscará otro dentista, principalmente en nuestros días, en que existen odontólogo en buena cantidad en todas las ciudades.

Tratado el dolor, usted tendrá mayor motivación para su trabajo, estudio o placer. Y para recomendar su dentista a otros que tengan dolor. Ciertamente se vive mejor con la ausencia del dolor así como nuestro desempeño en estas condiciones es ciertamente mucho mejor, tanto cuantitativa como cualitativamente. Mejor que tratar y eliminar el dolor es prevenir para que no suceda. En este caso además de no sentir dolor, usted gastará mucho menos con el dentista, porque los casos de dolor están indicando una etapa más avanzada del problema que la origina. Haciendo visitas periódicas, si usted no tiene grandes problemas dentales, de año en año, y de seis en seis meses si los tuviera (como enfermedades en las encías, por ejemplo) usted se estará previniendo, evitando la pérdida de noches de sueño, días de trabajo o aprovechando integralmente de las buenas cosas de la vida. Además de economizar gastos en urgencias dentales o costos de horas extras en consultas fuera de horario.

En la mayoría de las veces los dolores dan una primer señal. Lástima que tengamos la pésima costumbre de imaginar que como son pequeñas, pasaran solas. En realidad esto nunca sucede, porque todo dolor pequeño es un aviso de un dolor más grande que vendrá luego, exactamente porque no fue identificada y tratada. Sintió, llame. Marque una consulta, sáquese la duda y, probablemente, con poco tiempo y dinero el problema estará resulto, sin la necesidad de buscar especialistas. Si no es resuelto, o apenas tratado con algún analgésico, el causante aumentará y, en el futuro pude suceder que sólo un especialista pueda dar una solución a su problema. Economice. Ala menor señal, llame. O aún antes, previniendo.

 

 

14. PARA ECONOMIZAR TIEMPO EN EL FUTURO

Los tratamientos dentales realizados cuando se constatan grandes problemas, llevan mucho tiempo, obligando a muchas consultas y, normalmente, envolviendo grandes costos. Aunque usted tenga condiciones de pagar, la cuestión del tiempo no puede ser resuelta de otra forma, porque los procedimientos son secuenciales, relacionando etapas que no tienen forma de ser suprimidas y que muchas veces necesitan de una semana o dos entre una y otra para que se produzca la cicatrización o para lograr de eficacia de un procedimiento sea necesario esperar sus resultados para iniciar la etapa siguiente. Y tiempo es dinero, tanto para el profesional como para el paciente. Algunas veces más para el paciente, porque si el profesional está allá todo el día para trabajar aquella media o una hora de atención no significa mucho, sin embargo para el paciente, además del tiempo de la atención, se debe considerar más media o una hora que es el tiempo para ir y volver del consultorio, si no contamos alguna espera, que algunas veces se hace inevitable. O sea, en términos del tiempo implicado, para el paciente el gasto es doble.

No existe remedio para el tiempo gastado en los tratamientos dentales, o mejor aún, si existe: no hacerlo. No se deje de hacer el tratamiento y sí prevenirlo, evitándolo. Esta sí es la verdadera forma de economizar tiempo y dinero. Otra forma, una vez que no se hizo la prevención , es concentrar las consultas posibles, a manera que el trabajo del odontólogo y su tiempo rindan más, sometiéndose a consultas de dos o tres horas de duración. En este caso, además de la economía de los tiempos de movilización, se economiza aquel tiempo social de cada consulta, en que el dentista pregunta como está usted, etc., sin contar los procedimientos de rutina en cada consulta, tales como colocarse en la silla, ponerse servilletas, ajustar el reflector y otro, que, sumando en las cuatro o seis consultas correspondientes, ciertamente corresponden al tiempo de una consulta o más.

Si usted ya hizo alguna consulta de prevención o manutención, recordará que, además de totalmente indoloro, ella es más rápida y si usted divide el precio integral de un tratamiento extenso por el número de consultas realizadas, percibirá que las de prevención y manutención son mucho más baratas. Esto a causa de que en ellas no es preciso el uso de materiales caros, gastos de laboratorio de prótesis o aparatos más sofisticados y sin mucha orientación y motivación. Lo máximo que se puede gastar es un pedazo de hilo dental, un cepillito interdental y un espejo, para que usted vea, en forma precisa, como debe hacer para no tener placa bacteriana o tártaro. Lástima que esto no pueda hacerse sin la realización del tratamiento o al revez de el, porque la manutención sólo tiene resultado si todos los dientes están tratados, sanos y las encías sin placa. Pero para que no exista pérdida de tiempo, haga o concluya su tratamiento y, a partir de allí, cuide sistemáticamente su mantención,

Si tiene que tratarse, no pierda más tiempo o dinero, vaya pronto y evite más gastos en el futuro. Ya en el tratamiento, pida a su dentista que le detalle una planificación del tratamiento, en la que debe especificarse éste último y su manutención. Si usted ya terminó el tratamiento hace menos de un año, llame a su dentista y marque una nueva consulta. Si el profesional le pregunta si tiene algún problema, dígale que quiere garantizar su manutención visitándolo cada seis meses. Salvo que usted sea un enfermo periodontal crónico(tenga enfermedades en las encías casi en forma periódica),ya que su dentista hará un acompañamiento, incentivándolo a cuidar bien de sus dientes, y usted no tendrá más gastos en tratamientos. Para el dentista esto es bueno porque este tipo de paciente odontológicamente controlado, es el que más indica el profesional a otros pacientes.

 

 

15. PARA APLICAR RAYOS LÁSER

Las aplicaciones de láser son tratamientos de última generación que, en forma gradual, se están incorporando a la odontología en la medida en que sus beneficios se ven comprobando por los investigadores de todo el mundo. Inicialmente eran utilizados en las cirugías, en la colocación de implantes y en el tratamiento de las encías, con el objetivo de acelerar el proceso de cicatrización, pasaron a ser utilizados también para la eliminación de dolores de la ATM (articulación temporo mandibular). Más recientemente su gran aplicación ha sido su uso como elemento fundamental para aclarar los dientes, con excelentes resultados, además de propiciar rapidez y eficacia en la obtención de la blancura, permitiendo, incluso, que el tratamiento completo se realice en una sola sesión. En el futuro, partiendo de los estudios que se están realizando, el rayo láser será utilizado para las funciones anestésicas, para los cortes de tejidos blandos y en la sustitución de los tornos. Estos avances harán con que su utilización sea casi obligatoria en la odontología de los próximos años, porque eliminarán los principales tormentos del paciente frente a los tratamientos dentales.

Por ahora, la mayoría de los odontólogos están utilizando los soft lasers, los aparatos más simples y económicos, que por su vez permiten bajos valores de aplicación a los pacientes. Algunos, apostando al futuro del láser como solución definitiva, invirtieron en los hard lasers, que son aparatos de alta potencia, costo muy elevado y que, sólo recientemente, con la creciente utilización en los procesos para aclarar los dientes, pasaron a presentar un regreso en la inversión. Colaboró mucho en la aceptación de este sistema, los excelentes resultados obtenidos al aclarar de los dientes y su comparación con los métodos tradicionales. Además de un enorme cambio en la mentalidad de los pacientes que empezaron a buscar en los profesionales, además de solucionar sus problemas de dolor, soluciones estéticas que mejoraran su sonrisa y estética facial.

La ventaja que presentan los tratamientos con láser en las cirugías es la disminución del período póst operatorio, además de la obtención de mejores resultados. En los casos de sensibilidad y articulación temporo mandibular (ATM), los pacientes logran una disminución del dolor, lo que, en estos casos, es muy importante, dado que los dolores son continuos y constantes, con bastante dificultad en la obtención de cura con los métodos convencionales, los que además son más demorados que el láser. Para clarear los dientes, además de la rapidez, otra ventaja es la calidad de los resultados alcanzados, principalmente en la mejora facial de la sonrisa de los pacientes y consecuentemente la mejora de su alto estima. Para el futuro, muchos preferirán el láser para no sentir dolor durante sus tratamientos, dejándolos libres de los tormentos que vienen del uso de agujas para la aplicación de los anestésicos y de tornos para desgastar los dientes. En los trabajos de laboratorio para la confección de prótesis, los láseres ya se utilizan con éxito para soldar, con ventajas de calidad y economía de tiempo.

Por ahora, la mayoría de los odontólogos todavía no está usando aparatos de láser, lo que en nada disminuye su capacidad de atención, incluso porque el láser todavía no tiene una utilización indicada para la gran parte de los procedimientos. Para los casos mencionados más arriba, como comprobados y en los que su utilización ha sido recomendada, su dentista podrá indicar un colega que, disponiendo del equipamiento, le hará las aplicaciones necesarias. Después de éstas, su tratamiento continuará normalmente con su habitual dentista, que, con certeza en el caso que se dedique a alguna especialidad que en el futuro se beneficie con el uso de la tecnología del láser, lo adquirirá. Por ahora una certeza: el láser no hace milagros, su dentista sí.

 

 

16. PARA PODER MASTICAR MEJOR

Antes se decía que era necesario masticar mucho. Hoy el concepto que más se acepta es que se bebe masticar bien. La diferencia entre una y otra situación está en la definición de calidad y cantidad, que caracteriza la eficacia de la masticación. Masticar mucho con menos dientes (a causa de la perdida de algunos), con dientes torcidos que a causa de estar fuera de lugar no encajan bien en los opuestos o porque no consiguen masticar en condiciones ideales a causa de la sensibilidad en las encías, prótesis sueltas o falta de arreglos, no resulta en un corte o trituración adecuada de los alimentos, poniendo en sobrecarga al aparato digestivo, implicando más tiempo en el ejercicio de sus funciones, con más dificultad. De otro lado, teniendo calidad y eficiencia masticatória, se mastica menos tiempo, los alimentos llegan a pedazos significativamente pequeños, cuando no totalmente triturados, dejando a la digestión la función de, a través de encimas, preparar la retirada de los nutrientes necesarios para la manutención de la vida. Sin sobrecargo, aumento del vientre o somnolencia después de las comidas.

El sistema digestivo es un todo que reúne dientes, maxilares, labios, lengua, mejillas y todos los tejidos envueltos en la masticación. De tal forma que, trabajen en conjunto y armonía, propiciando una masticación adecuada. Un buen odontólogo, en lugar de atenerse a la buena condición de los dientes, (las piezas principales del sistema), presta atención a la participación de todos los demás, evaluando sus funciones, principalmente en lo que respecta a la oclusión y disfunción. Estudia y evalúa el estado y posición de los dientes, como ellos se ocluyen en los opuestos, y como cada uno de los puntos de corte y trituración dos alimentos. Se fija, todavía, qué consecuencias puede traer a sus encías o a la articulación el mal funcionamiento del sistema, dado que estos serán los puntos que se perjudicaran y podrán causar síntomas de problemas oclusales. No basta con tener dientes en buen estado, es necesario que ellos funcionen bien, con respecto a sus objetivos. A causa de esto cada uno tiene una forma diferente.

Masticando mejor, usted se sentirá mucho más dispuesto, minimizando o eliminando problemas futuros en el aparato digestivo, permitiendo que el mismo actúe más orientado a sus funciones precisas, desempeñando mejor y con menos esfuerzo. Teniendo mejor disposición después de las comidas, usted será más saludable. Incluso en la apariencia, porque una de las características de quien mastica mal es el crecimiento del vientre, que no solo es consecuencia de comer mucho y sin resultados de esfuerzo fuera del patrón natural del órgano. Considere que el otro placer de la mesa es el paladar y que el mismo es el resultado de glándulas que tenemos en la cavidad oral. Así, cuanto más y mejor usted mastique, estará aprovechando por mas tiempo el placer de comer. Prolongándolo sin comer más. Recuerde que una razón para masticar poco son problemas relacionados a la falta de dientes, principalmente de los posteriores, y la dificultad de corte y maceración por los dientes que necesitan tratarse.

Se usted tiene una pancita por encima del tamaño que debería tener y no se trata de un abuso sistemático de la mesa, pregunte a su odontólogo si esta puede ser a causa de una masticación inadecuada o limitaciones de esta por restricciones que provienen de los problemas dentales. Pregunte lo que se puede mejorar en su boca y pida consejos que lo orienten hacia una correcta masticación. Además de consultar un gastroenterólogo para tratar su pequeña obesidad, usted no necesita ningún otro especialista, porque su propio odontólogo lo orientará bien en la manera correcta de mejorar su sistema masticatorio y disfrutar de uno de los placeres de la vida.

 

17. PARA REMOVER LA PLACA BACTERIANA

En lo que hace respecto a la Odontología y a los dentistas, los tratamientos dentales evolucionaron de tal forma en los últimos años, que resulta difícil imaginar cual será el próximo progreso. Fueron muchas las novedades en las últimas décadas. Hoy por hoy todos los problemas dentales tienen solución. Fueron creados varios dispositivos nuevos para la higiene bucal además del perfeccionamiento del clásico cepillo, tales como higienizadores interdentales, hilo y cinta dental entre otros. A pesar de la creación de estos elementos, porcentualmente todavía es pequeño el número de las personas que hacen sistemática y adecuadamente su higiene bucal. La consecuencia es la presencia de placa bacteriana en la mayoría de la población. Para su comprobación es suficiente que se pase algún instrumento de punta fina bajo su encía para constatar la presencia de aquella masa blanca. Dicha masa es el resultado de la descomposición de residuos alimentares que entran por las encías. Esto ocurre si usted no las higieniza bien. Por las dudas vale la pena hacerse el test.

El mejor tratamiento para la placa bacteriana es baratísimo. Sólo se trata de higienizar correctamente los dientes y encías. Todos los días después de cada comida y las encías una vez al día. El mejor horario para la limpieza de las encías es antes de acostarse, porque durante la noche las encimas que producimos podrán fijar los residuos de los alimentos colaborando, involuntariamente para la formación de la placa bacteriana. El hilo dental es su mejor aliado en el combate contra la formación de la placa, y de la misma usted debería ser el mayor enemigo porque en el futuro ella será la principal enemiga de sus dientes, llevando a la pérdida de los mismos. Constatada la placa, no pierda el tiempo, consulte a su profesional que tenga condiciones de orientarlo y combatir este mal. No se ilusione con líquidos, que harán más fresco su aliento, pero que no tiene como remover lo que se instaló en sus encías. Pídale a su dentista el test de comprobación de la placa, porque a diferencia de las uñas sucias ella no aparece, recordando que tenemos que limpiarlas. El test consiste en un colorante que transforma el color de esta placa en un tono rojizo. Esto permite la concreta visualización del mayor enemigo de sus dientes.

Intente recordar cuantas personas fueron conquistadas por su sonrisa, algunas veces sin siquiera una palabra. Un niño, un anciana, la persona amada. No pierda esta espontaneidad por la perdida de su sonrisa natural. Recuerde que quien puede robarla de usted es la placa bacteriana. Porque ella puede llevar sus dientes a pérdidas de difícil y costosa reparación. Piense en personas que aparentan ser bastante más jóvenes de lo que realmente son y trate de recordar como es su sonrisa. Es increíble, usted comprobará que en la inmensa mayoría su sonrisa es jovial. Con los dientes y las encías muy naturales. De algunos usted no recordará que son pelados, de otra que están un poco más gorditas, porque su sonrisa concreta la mirada. Llama nuestra visualización, hasta el punto en que nos olvidamos de evaluar otros detalles, que observaremos más cuando la sonrisa no sea bonita.

Además de cuidar bien de sus dientes, sea riguroso con sus encías, sin permitir la presencia de la placa bacteriana. Cada seis meses visite su odontólogo y pregunte como está su placa bacteriana. En el caso de tener placa, pida un tratamiento, es mas económico que perder sus dientes a causa de ella y tener que reponerlos después, con implantes y muchos gastos. Si su problema retorna, su especialista para estos tratamientos es el periodontista. Él le propondrá un plan de salud bucal, con control de la placa.

 

18. PARA ELIMINAR TRAUMAS PSICOLÓGICOS

Tenemos vergüenza cuando nos falta un diente, principalmente si es de adelante. Sentimos casi lo mismo cuando tenemos una carie visible en la región anterior. Otros pequeños problemas por la convivencia constante y diaria con los mismos nos afectan la autoestima, como por ejemplo: dientes torcidos, oscuros, fracturados, coloración amarillenta en todos los dientes, encías oscuras, pérdida de la encías y aparición de las raíces, arreglos antiguos perceptibles, metal de prótesis fija o broche de prótesis removible, prótesis muy evidentes, prótesis totales viejas y gastadas, que se muevan, falta de prótesis por desadaptación y incomodidad. Estos y otros problemas a lo largo del tiempo, por inconformidad, nos llevan a una situación de incomodidad al intentar disimular estos defectos. Con el tiempo incorporamos vicios, como no abrir la boca para hablar o reír, o usar disfraces como dejar crecer el bigote o sólo permitir que lo miren o lo fotografíen de un lado. Todo a causa de la vergüenza , que por la constancia terminan transformándose en verdaderos traumas psicológicos.

Por miedo o limitación financiera, postergamos el tratamiento del hecho generador de nuestro trauma, hasta que llega el momento en que una fuerza mayor, como la que nos hace dejar de fumar, beber o hacer un régimen, nos lleva a asumir y realizar el tratamiento, que es la única solución para traumas. Para enfrentarlo, el mejor camino es conocer y saber exactamente lo que nos desagrada o nos aflige. Debemos estar informados de lo que se debe hacer, esto ya es medio camino andado, incluso porque la mayor parte de las veces, el problema es menor de lo que imaginamos. En realidad a causa de la vergüenza que sentimos, lo potenciamos. Le prestamos tanta atención, cuando en realidad los otros ni lo perciben. La mayoría de los problemas que nos llevan a estas situaciones son de origen estética y, como tal, resultan bastante menos costosos de tratar que los problemas funcionales, como la falta de varios dientes del fondo, que nos perjudican bastante más y muchas veces nos incomodan tanto porque no se perciben.

En armonía con nuestra apariencia, nos sentimos mejor y la vida parece más fácil de ser vivida. Además la mayor parte de los problemas mencionados antes, de no tratarse en el momento correcto, evolucionan en problemas más importantes y terminan necesitando tratamientos más costosos. Sonriendo bien y con la conciencia más tranquila, somos mejor aceptados, tanto en nuestro trabajo como en nuestra familia y principalmente frente al espejo. No parece, pero si nos miramos todos los días en el espejo y no aceptamos algo, aunque sea inconscientemente, envejecemos. Tener la imagen que queremos, nos hace personas más decididas y con más confianza. Cosas que pueden llevar a la perdida de un empleo o de un amor en su fase de constitución, si son tratadas aproximan y estimulan a un contacto mayor, incluso físico.

Si usted no está bien o no se lleva bien con algún detalle de su boca, no pelee consigo mismo o con su naturaleza. Haga de su dentista su confidente para asuntos de estética bucal. Dígale sinceramente lo que le desagrada, que con la misma franqueza él le dirá lo que puede y lo que debe ser hecho. Y lo ayudará en todos los sentidos para que usted logre satisfacerse. Por mucho menos de lo que usted se imagina. Recuerde que estos gastos estéticos son menores que con las prótesis y su resultado lo acompañará el resto de su vida.

 

19. PARA HACER REVISIONES PERIÓDICAS

El permiso de conducir debe ser renovado después de un determinado tiempo. El auto necesita de control, porque de no ser así pierde su garantía. Los seguros sólo tienen la validad de un año, nuestros anteojos necesitan ser cambiados y tenemos que hacer una nueva consultar para ajustar la gradación. El análisis médico del club y su matricula debe ser renovada, o la de sus hijos, todos los años. En el caso de que usted haya tenido algún problema de salud, su médico también le recomendará una consulta de verificación cada año. Las suscripciones a diarios y revistas, después de un año necesitan ser renovadas y si después de igual tiempo, no le son brindadas vacaciones, usted reclama. Todo esto es correcto y con razón. ¿Porque sólo sus dientes no merecen una atención a cada año?

Merecen y necesitan. Si no hay necesidad de tratamiento, mejor, usted no gastará con ellos y además se sentirá más tranquilo. Lástima que con los dientes mostremos despreocupación, sin que hagamos las consultas de manutención o revisión, o lo que todavía es peor, creemos que no son necesarias y que no debemos hacer gastos o preocuparme con ellas. Algunos dentistas ni siquiera cobran esas consultas que además son mucho más rápidas, durando normalmente cerca de quince minutos. En ellas nunca se usa anestesia porque en esos casos no existe dolor y bajo ninguna hipótesis se usa el motorcito. Aproveche y pida al profesional que le haga una limpieza, de ser posible con chorro de bicarbonato o ultrasonido. La sensación de frescor y limpieza de los dientes renuevan nuestra disposición en conservarlos y nuestra apariencia mejora hasta en las encías. Si usted ya tuvo problemas con las encías o usa algún tipo de prótesis o implantes, estas revisiones son obligatorias para detectar algún problema, de ser posible antes de comprometer el trabajo realizado.

Haciendo estas revisiones de manutención en su auto usted economizará dinero, porque evitará pagar un mecánico por una emergencia en la ruta, o incluso una grúa. Identificando un problema de hipertensión y tratándolo, usted economiza un infarto o derramen, que probablemente lo llevarán a una cirugía. Usando anteojos apropiados usted evita accidentes, en la ruta o en su casa. Vacunándose, se garantiza la salud de niños y ancianos evitando problemas que le ocasionarán perdidas de clases o noches de sueño. Siempre se gasta menos previniendo que remediando, teniendo la ventaja de poder elegir el momento en que puede gastar, lo que no sucede cuando algo debe ser hecho por una urgencia.

Sea previsor. Programe anualmente una consulta a su dentista para una revisión. Los mejores meses para hacer estas consultas son los de las vacaciones, como enero y febrero, o julio, cuando normalmente los consultorios están vacíos y usted podrá ser atendido sin apuro. Un buen procedimiento es pedir para la secretaria de sus dentista un turno con un año de anterioridad y que le haga el favor de avisarle uno o dos días antes para evitar que se olvide. En el caso de que no tenga agendada la consulta de este año, llame hoy mismo y saque el turno. Si todavía no se cumplió el plazo, déjelo marcado. Estas consultas deben ser realizadas por su odontólogo, que con la ficha y su historia clínica, podrá evaluar los servicios realizados y la necesidad de algún otro tratamiento que deba realizarse. Sin la necesidad de especialistas y con costos mucho menores. Haciendo revisiones periódicas, las posibilidades de llegar a necesitar los servicios de otro profesional que no sean su dentista habitual son muy pocas.

 

 

20. PARA COLOCARSE IMPLANTES DENTALES

En otro momento, ante la pérdida de un diente por una carie, un accidente o una enfermedad periodontal, la alternativa era desgastar dos dientes vecinos y cimentar una prótesis. Cuando se perdían muchos dientes, se hacía un puente móvil, apoyada en algunos dientes y en las encías y en el caso de la pérdida de todos los dientes, se confecciona una dentadura, apoyada en exclusivamente en las encías. Con la llegada de los implantes, que son raíces artificiales colocadas en el lugar y con semejante forma y función. Cuando se pierde un diente, se coloca un implante y sobre éste una prótesis exactamente igual al diente perdido, el caso esta resuelto sin la necesidad de desgastar ningún diente vecino que este sano, por el contrario, se ayuda a mantenerlo. Lo mismo sucede cuando la pérdida sea de más de un diente, se puede colocar de dos a cuatro implantes, de acuerdo con el caso, y en estos apoyar una sobredentadura convencional. Lo que además de permitir la masticación permite hablar y sonreír mucho mejor de los que hacia antes.

La colocación es simple en el propio consultorio del dentista, ese día recibirá cuidados especiales, sin dolor y demorará menos de treinta minutos por implante colocado. En el caso de que el número de implantes sea mayor, la demora será aún menor, porque algunos procedimientos son repetitivos y dispensables en el caso de más implantes. Toda colocación consiste en abrir un orificio en el hueso, como el que usted tenia para soportar la raíz del diente perdido, y una vez hecho el orificio introducir el implante y finalmente cerrarlo con una tapita de protección. Después que se une al hueso, se remueve la tapita y en su lugar se coloca la prótesis, sin dolor, sin anestesia y con la ventaja de poder cambiarla en el caso de algún accidente lo que no podíamos hacer con el diente natural.

Una de las grandes ventajas de los implantes con relación a las prótesis que se usaban antes, es que debajo de estos, cuando son bien higienizados, no aparecen caries y ni se forma la placa bacteriana. Otra es que al no necesitar usar los dientes vecinos de apoyo, no son necesarios tratamientos de conducto, que eran indispensables en el caso de que estos dientes debieran sustentar las prótesis. Además la prótesis sustentada en dos dientes para reponer el perdido entre ellos se cobrara como tres porque envolvía el gasto de tres coronas, dos en los dientes y una suspendida. En el caso de los implantes se cobra solamente una porque solo el implante recibe la prótesis. En la práctica la gran ventaja es que el implante es una corona única sin apoyarse en los vecinos y en las prótesis era unidos por atrás, haciendo con que la higienización tuviera que pasar a hacerse por debajo con el uso de cepillos especiales y dificultando el paso del hilo dental que en este caso debía ser introducido por debajo. Además de estos la mayoría de los implantes reciben la prótesis pro micro tornillos que permiten su remoción siempre que aparezcan sospechas de mala higienización.

Si usted perdió o está perdiendo un diente no deje de preguntar a su odontólogo sobre la colocación de un implante. Si él no se dedica a la colocación de los implantes, le indicará un colega especialista, conocido como implantologo. Este profesional será quien le coloque el implante y su odontólogo habitual le colocará la prótesis, dado que son más sencillas y de más precisión que las prótesis convencionales. Solamente los casos muy complejos necesitarán de prótesis confeccionadas por especialistas. Los implantes bajaron tanto de precio, a ejemplo de todo lo que empieza a hacerse en grandes cantidades, que hoy, en la mayor parte de los casos, sale mas económicos que las prótesis convencionales.

 

 

21. PARA TRATAR EL RONQUIDO Y LA APNEA

Para muchos la incomodidad de roncar, no tiene solución. Para otros sólo con una cirugía y algunos mejor dejar la forma en que está. Tormento para los que tienen que convivir con el ronquido, que no se trata del propio roncador ya que este esta dormido no percibe cuanto ronca y tiene su sueño atribulado por el constante zumbido, si somete y tortura a sus compañeros y compañeras. El ronquido, es la vibración de membranas en el interior de la cavidad oral que por la edad y por el aumento de grasas en la región, vibran más o menos, en la entrada o en la salida del aire, principalmente de los respiradores bucales. Con los años, estas membranas se van tornando más flojas, provocando un aumento en la región susceptible de vibraciones, haciendo con que el roncar sea cada vez más intenso y fuerte. Es involuntario y totalmente incontrolable, algunas veces puede ser atenuado con un cambio de posición de la persona que está roncando, a causa de que altera la posición de los tejidos que estaban vibrando.

La intervención de los odontólogos en este caso no es la solución definitiva, si bien en la mayor parte de los casos elimina integralmente el zumbido indeseable. Tratase de colocación de una placa del tipo de las de relajamiento, indicada para personas bruxónomas ( que rozan los dientes cuando duermen) o para pequeñas correcciones de los dientes en los casos en que un dispositivo simple como este tiene condiciones de corregir. Estas placas, además de permitir un sueño más suave, impiden un desgaste de los dientes y si elaboradas con conocimiento anatómico de la región que provoca en ronquido, por la suspención de los tejidos flácidos, impiden su vibración y, por consiguiente la incomodidad de roncar. Una hipótesis que todavía necesita de acompañamiento de muchos casos por mucho tiempo, es de que es uso sistemático de este dispositivo todas las noches, puede ir conformando los tejidos de la región flácida, corrigiendo su posición e eliminando la posibilidad de vibración incluso sin el uso del aparato. En todos los casos, pero en un buen número, esto puede llegar a suceder, lo que seria un motivación más a continuar estudiando esta alternativa de tratamiento.

Para los que conviven con el problema, ésta es una gran solución, porque ciertamente permitirá que vuelvan a dormir. Para quienes ronca, una tentativa de solución sin cirugía, sin dolor, sin remedios y lo que es más interesante, extremadamente accesible porque es económica, fácil y rápida de realizar, además de presentar resultados inmediatos con el simple uso del aparato. Da a su poseedor la libertad de colocar y sacar cuando quiera lo que es una alternativa importante para aquellos que no roncan sistemáticamente y que pueden utilizarlo cuando el perjudicado lo solicite. Además de no molestar a los que tienen vida dinámica y agitada, justamente los que tienen el sueño más pesado y más predispuestos al ronquido, tienen una ventaja adicional al servir como placa de relajación, evitando así el aflojamiento o desgaste de los dientes.

Si usted ya recibió comentarios de quien acostumbra roncar, pregunte a su odontólogo si el confecciona este tipo de aparatos o si puede indicarle algún colega que sepa sobre el tema para este fin. Después de listo el aparato, su propio dentista podrá proceder algunos ajustes para realizar algunas correcciones que sean necesarias, con el uso, pude estar apretando uno u otro diente o mejilla, dado que el mismo es de uso indefinido y requiriendo solo higienización después del uso.

 

 

22. PARA PREVENIR INFARTOS POR BACTERIAS

Casi la totalidad de los congresos de cardiología de los tiempos actuales han puesto en debate un tipo de problema cardiológico que cada vez se hace más frecuente entre los pacientes: las endocarditis bacterianas, causados por procesos infecciosos, principalmente los que se originan en la cavidad oral y, por consecuencia, causantes de una proliferación de bacterias nocivas al organismo. El hecho que preocupa es que personas con una predisposición a los problemas cardiológicos, con una simple inflamación de las encías o infección de un conducto no tratado, aumente enormemente el riesgo de sufrir accidentes cardiológicos, que podrían evitarse o tener los riesgos sensiblemente reducidos.

La solución odontológica para estos problemas es simple y de fácil tratamiento. Consta de tratamientos de caries, de inflamaciones de las encías que surgen por la presencia de tártaro o placa bacteriana y de tratamientos de los conductos radiculares, cuando están infectados o en vías de presentar problemas a causa de caries muy extensas que no fueron tratadas en el tiempo correspondiente y a solucionado el origen de estos o de algún otro problema que podría tornarse un foco infeccioso. Además de la correcta continuidad de higienización, para que los motivos que originaron estos problemas no regresen, la probabilidad de propagación de bacterias originadas en la cavidad bucal se reduce a casi ninguna mientras se mantenga el tratamiento. Pacientes que ya presentaron manifestaciones cardiológicas o de infección en la cavidad oral, deben ser ellos mismos, los grandes cuidadores para que las causas de estos riegos no vuelvan a manifestarse.

A partir de los treinta cinco, cuarenta años, personas con algún antecedente cardilógico en la familia o portadores de algún factor de riesgo como por ejemplo: hipertensión, tabaquismo o alcoholismo, deben hacer anualmente un check up bucal, tratando de identificar dientes o áreas de las encías que, de no ser tratados, pueden originar un proceso infeccioso y permitir que las bacterias de él consecuentemente migren en forma natural con los alimentos para la circulación sanguínea y de esta para el corazón. Los cardiólogos, a causa de su preocupación con otros síntomas o manifestaciones de los problemas del corazón, y siempre tienen su atención orientada a este factor de riesgo. Incluso los análisis cardiólogicos de rutina no incluyen examen bucal y aunque lo hicieran sería difícil la identificación de estos problemas a causa de tratarse de otra área, con patologías distintas.

Todo paciente, con algún tipo de problema cardiológico, aunque de pequeño riesgo, debe informarlo a su odontólogo para su propia seguridad y para que el profesional al poseer esta información use medicamentos y materiales apropiados para su caso (por ejemplo: anestésicos sin vasoconstrictor). Al no tener esta información los odontólogos usan en su rutina los anestésicos nombrados anteriormente para evitar o diminuir el sangrado, aunque pequeño, durante su trabajo, para la comodidad del paciente. Otro motivo importante es la prescripción de medicamentos después de cirugías que, en el caso de presentar contradicción, puede y debe ser alterada. No hay necesidad de que pacientes con algún tipo de problemas cardiológicos, deban buscar especialistas en la odontología. El paciente por ningún pretexto debe omitir información. Todos los odontólogos fueron preparados durante los largos años de estudio que tuvieron, para tratar personas en estas circunstancias, incluso para primeros auxilios que por acaso sean necesarios. Comentando el hecho, los dentistas tratarán incluso de diminuir la ansiedad del paciente que podría llevar a un aumento de la presión, haciendo con que su tratamiento se desenvuelva en un ritmo más pausado sin apuros.

 

 

23. PARA COLOCAR UNA PRÓTESIS FIJA

Incluso con de los implantes, la primer opción para los tratamientos debe ser la conservación y manutención de los dientes o raíces , para la sujeción de la prótesis fija. Este tipo de prótesis, que no puede ser retirado por el paciente, es cementada por el odontólogo en la parte remanente de los dientes que fueron preparados. Su primera finalidad es restaurar la función de el diente perdido y después reponer la estética, simulando un diente natural, con datos del otro diente similar que tenemos en el lado opuesto de la boca. Modernamente se usan resinas tan perfectas que queda difícil identificar cual es el natural y cual es el artificial.

Después de la preparación de los dientes, cuando el odontólogo los desgasta de forma a que queden aptos para retener la prótesis, se hace una moldura de sus dientes para enviar al laboratorio de prótesis, que hará el modelo de su boca, incluso colocándolo un en aparato llamado articulador, que simulará los movimientos de su articulación. La estructura interna de la prótesis es hecha de metal, para poder darle mayor resistencia, siendo probada en su boca para verificar la adaptación de la misma. En el caso de que esta concuerde con la preparación que se hizo en sus dientes, se aplicará entonces la resina, que simulará sus dientes. Ella recibe, un terminación final, para su mayor durabilidad. Para estar seguro que esta funcionado bien, en algunos casos, se realiza una cimentación provisoria para test y solo después se procede con la cimentación definitiva. Durante el período en que su prótesis se este confeccionando, usted tendrá una prótesis provisoria. La participación del paciente en esta etapa de confección y colocación de la prótesis, es importante, porque a partir de sus deseos y opiniones, el dentista podrá ir arreglando la apariencia de la misma siempre de acuerdo a su voluntad, incluso en cuanto a la altura y contacto con los demás dientes que usted posee. No deje de revelar su opinión y expectativas porque la prótesis es realizada para satisfacerlo estética y funcionalmente. Mientras más de acuerdo con su voluntad y deseo quede la prótesis, más satisfecho estará durante todo el período que ella dure.

Técnicamente, las prótesis son realizadas para rehabilitar su masticación y fonética, permitiendo el adecuado corte y trituración de las posibilidades de seguir emitiendo los sonidos, que en su mayoría se articulan en la lengua y con pasajes de aire entre los dientes. Estéticamente las prótesis tienen como objetivo dejar su apariencia y sonrisa de la mejor forma posible. Un elemento que demuestra esta situación es el hecho de que las personas que lo desconocen, no perciben el uso de las prótesis. Por esta razón, los dentistas se preocupan en dejar las prótesis con una apariencia lo más natural posible, incluso respecto al color y su variación en función de las diversas incidencias de la luz.

Las prótesis simples y normales pueden ser hechas con su odontólogo clínico general, que está capacitado para hacerlas, y en el caso de las más complejas, a causa de la falta de muchos dientes, (raíces inclinadas, dificultad de higienización por el paciente, necesidad de tratamientos de conducto y encías), para aumentar el área de los dientes que servirán de fijación, requieren de un especialista conocido como protesista, que además de los años de facultad hizo otro curso oficial de postgrado, reconocido como especialización en prótesis dentales. Por tratarse de un tratamiento más demorado, en su confección y por ser colocado con un expectativa de larga duración, los pacientes no optan por servicios mucho más económicos, sobre el riesgo de estar eligiendo un tipo de prótesis mucho más simple o de menor durabilidad. Procure informarse sobre los diferentes tipos de material que pueden emplearse, sus ventajas y garantías, antes de decidirse por una u otra modalidad de prótesis.

 

 

24. PARA EXTRAER DIENTES RETENIDOS

Los dientes retenidos, son aquellos que se encuentran dentro del hueso o con una parte dentro del mismo y otra dentro de la encía, sin haber erupcionado aunque ya haya pasado el período normal para su salida. La razón para que esto suceda en la mayor parte de las veces, es por falta de espacio en la arcada dental, o por el hecho de que el diente vecino esté torcido, impidiendo así su erupción , o, por resistencia del tejido óseo, o de juicio como es conocido popularmente, a causa de que erupciona próximo a la mayoridad, es el tercer molar, un diente que la mayor parte de las personas de nuestros días ya no presenta. Para saber si lo tenemos o no es fácil: basta con contar los dientes que tenemos desde que no tengamos ningún diente extraído y verificar si disponemos de veintiocho o treinta y dos dientes. En el caso de que sean veintiocho es porque no tenemos y si son treinta y dos es porque tenemos los cuatro dientes del siso. Cuando no lo tenemos, puede ser que no tengamos los gérmenes dentales que los originarían o porque los mismos se encuentran retenidos, o sea, no nacieron a causa de estar dentro del alvéolo óseo sin condiciones para erupcionar, o por estar impactados a los dientes de adelante.

Si el problema es identificado con anticipación, a través de radiografía sacadas en la adolescencia, su solución puede ser la tentativa de, a través de aparatos de ortodoncia, promover su salida natural. En el caso de que no salgan, puede intentase el fraccionamiento de este diente, tiroteando progresivamente apoyando en otro diente próximo, ayudado por la remoción de partes duras del hueso que están dificultando su erupción. La utilización de estos dos métodos en conjunto, hacen estas tentativas si el espacio para estos dientes que no nacieron, no es suficiente o si, con esto ellos llegaran a presionar los demás dientes. En estos casos, es cuando aparece la posibilidad de que estos lleguen a traer dolor y entonces la indicación es su extracción que es una acción demorada, por las dificultades de acceso y por las propias razones que impidieron su nacimiento, trabamiento de dientes o paredes óseas.

Logrando que esos dientes erupcionen en la adolescencia, se tiene la ventaja de nuevos dientes, tantos cuanto hayan sido los que estaban inclusos. En el caso de que no se logre, es conveniente su extracción, para evitar problemas futuros perjudicando los dientes vacunos que pueden sufrir dolores intensos, por el esfuerzo del organismo en ponerlos para fuera y no lograr. Tener los dientes bien alineados representa facilidades para la higienización y menor riesgo para el surgimiento de caries y enfermedades en la encía. De allí muchas veces la indicación de extracción de los inclusos justamente para no torcer a los demás.

Dientes retenidos son, normalmente, extraídos por los propios odontólogos siempre que el acceso y la remoción puedan hacerse sin dolor o cansancio, por una o dos horas de trabajo. Cuando imaginan que se trata de una caso más complejo o difícil acostumbran derivar a especialistas, principalmente casos en que los dientes se encuentran impactados, o sea, presos por otros dientes. El procedimiento de extracción resulta más difícil y requiere instrumental más apropiados, y un cirujano buco maxilo facial que tendrá mejores resultados, diminuyendo e minimizando el dolor post-operatório. Identificando el problema la extracción debe hacerse lo antes posible, para evitar el indeseado dolor por la presión ejercida del diente retenido, teniendo, ciertamente, una remoción más fácil.

 

 

25. PARA ELIMINAR DOLORES DE ARTICULACIÓN

Esta articulación es llamada por los dentistas de ATM (Articulación Temporo Mandibular), que es un complejo de huesos, músculos y cartílagos, fibras y membranas, además de líquidos que la lubrican. Su función principal es permitir los movimientos de la mandíbula durante la masticación, hablar y otros movimientos de forma armónica y controlable. Al tratarse de un sistema complejo, normalmente presentan algunas anomalías de función, conocidas como disfunciones de la ATM. Más comunes en el sexo femenino, pueden tener origen en la pérdida prematura de los dientes posteriores, que determinan una disminución vertical de la faz. Se identifican por dolores en los oídos, irradiados de la articulación y sensación de bloqueo y presión en esta región. Otras causas pueden ser una asimetría facial, inflación, luxación, fracturas y todavía anquilose (función ósea de las superficies que constituyen la articulación).

Los tratamientos de los diferentes problemas de ATM, se varían respecto al factor que las ocasionan. Pueden ser anestésicos locales, aspiraciones anestésicas, sedantes, tranquilizantes o todavía el uso de ejercicios de masticación, mío estimulación o aplicación de rayos láser, para la relajación de la musculatura o búsqueda de una mejor posición de reposo. Cualquier tipo de tratamiento solo se indicará después de la correcta identificación del origen del problema que está provocando dolor en la articulación, lo que debe ser hecho solamente por el odontólogo, luego de analizar su anatomía y síntomas, haciendo un estudio para cada caso. Tratamientos inadecuados, además de no resultar eficaces, pueden agravar el problema, por meterse con lo que no esta causando dolor y a causa de esto provocarlo. Como esta articulación está relacionada con muchas especialidades de la Odontología, (tales como: ortodoncia, prótesis, implantologia, periodoncia, cirugia, entre otras) el asunto viene siendo estudiado por los dentistas, que hoy disponen conocimientos en libros y revistas, para resolver la mayor parte de los casos de dolores en la articulación.

Tratar los dolores de la articulación significa menos estrés, mejor calidad de vida y máximo bienestar, pues ella está relacionada al habla, a la audición, a la masticación y hasta a los músculos que permiten la sonrisa, actividades que provocan nuestro mejor o peor relación social. Hasta una mejora de la apariencia facial es consecuencia de la articulación sin dolor, porque cuando ella sucede, al contraernos o relajarnos, buscamos una posición más confortable y menos dolorosa, lo que nos provoca alteraciones en la fisionomía que normalmente afean nuestra apariencia. Si no se trata, puede generar problemas crónicos y traumas, incluso psicológicos.

Identificado uno de los síntomas antes mencionados, pregunte a su dentista con que factores puede no tener relación y cuales serian sus causantes. Si el problema es descubierto en una fase inicial, con certeza su tratamiento será más fácil y rápido, algunas veces con la simple colocación de una prótesis o corrección de la posición de los dientes, cuando articulados. En otras, con medicación y algunos ejercicios. Solamente los casos más difíciles requieren del uso de algún aparato específico. Dependiente del estadio en el que fuera diagnosticada la enfermedad, la cura puede ser realizada por su propio odontólogo y, cuando éste identifique algo más grave, él mismo se encargará de derivarlo a un especialista para estudiar mejor el caso y elegir el tratamiento que será capaz de solucionar los dolores.

 

 

26. PARA ACLARAR LOS DIENTES

Los tratamientos para aclarar los dientes, junto con los implantes, la ordontogeriatría y los tratamientos con ortodoncias, son unas de las más grandes novedades, principalmente después de la descubierta de la aplicación de rayos láseres para esta función y causa de relacionarse con la mejora en la estética de la sonrisa, la máxima voluntad de los pacientes que buscan espontáneamente los consultorios dentales. Practicados hace décadas y tal vez siglos, las tentativas por aclarar los dientes ya pasaron por diferentes métodos con el mismo objetivo: tornar los dientes más bellos. Fueron o son usados: pastas, discos, lijas, tornos, ácidos, líquidos, gel, corriente eléctrica, fibra óptica, fotopolimerizadores y ahora los aparatos para la emisión de rayos láseres. Desde la etapa del uso del gel, los resultados han sido estimulantes, llevando a muchos pacientes a la búsqueda de una mejora en su apariencia.

Antes de elegir el método es importante saber la causa que provoca el oscurecimiento de los dientes: el primero de ellos es el propio envejecimiento, en segundo lugar la higienización deficiente, tercero el hábito de fumar, cuarto la dependencia a bebidas alcohólicas, después el uso habitual o vicio por las golosinas (caramelos, chicles y dulces en forma general) y otros colorantes artificiales, que alteran con el tiempo, la pigmentación de la superficie del esmalte de los dientes. Sin combatir el agente que causa el oscurecimiento, el aclaramiento será siempre un paliativo temporario. Al someterse a un tratamiento para aclarar sus dientes, busque junto a su odontólogo, identificar lo que provocó el oscurecimiento y haga una campaña sistemática de combate al causante, no sólo para mantener por mayor tiempo sus dientes más blancos, pero sino principalmente para mejorar su salud como un todo, lo que en mucho colaborará para mejorar la moldura y soporte de su sonrisa.

Los tratamientos para aclarar los dientes en sí son simples y consisten básicamente, en la aplicación de agentes blanqueadores, por diversos métodos, unos más caros otros no tanto. Su odontólogo lo orientará para la elección del más conveniente en su caso, en función del origen del oscurecimiento y de su disponibilidad económica para este fin. La gran ventaja de la mayoría de los métodos modernos es su rapidez y eficacia. Algunos tienen todo el proceso concluido en dos horas, para la boca completa. Otros lo hacen en dos o tres secciones de media hora, con resultados visibles inmediatamente después de la finalización del proceso. Tener los dientes más blancos por cualquiera de los métodos, aunque obtenidos por una simple profilaxis, es siempre un incentivo a una mejor higienización por la tendencia natural del ser humano en conservar mejor lo que está limpio y descuidar lo que está abandonado y sucio. Bajo cualquier hipótesis, no se olvide que dientes blancos no son una garantía de longevidad, porque en el caso de no existir una correcta higienización en el área subgengival, está podrá acumular placa, formar tártaro, generar enfermedad periodontal y finalmente aflojar los dientes y provocar su pérdida, incluso los blanquitos, lindos y sin caries.

Si usted tiene el deseo de mejorar su apariencia a través de un tratamiento para aclarar los dientes, consulte a su odontólogo y pídale un plan de tratamiento en el que entre tanto en tratamiento como su manutención controlada. Todos los odontólogos trabajan con más de un método para aclarar los dientes. Infórmese de los utilizados por su odontólogo, pregunte el presupuesto, incluso por los métodos que él no utiliza, y haga comparaciones. Aunque usted se trata con un dentista que no utilice el método del láser, pregúntele sobre otro profesional que lo haga, así usted podrá visitarlo y hacer comparaciones. En el caso de decidir el cambio de odontólogo para este tratamiento, no tendrá problemas en regresar a su habitual, dado que él mismo lo orientó en la elección. Incluso podrá ser su dentista quien haga la manutención controlada.

 

 

27. PARA LA COLOCACIÓN DE FACETAS LAMINADAS

Por problemas genéticos, mala higienización, tratamientos de conducto sin realizar o hechos de forma incompleta, exceso de antibióticos u otros motivos de origen sistémica, los dientes pueden presentar malas formaciones o apariencias feas por el hecho de estar manchados, oscurecidos o fracturados. Esta falta de armonía estética puede ocurrir en algunos o en todos los dientes, haciendo con que la apariencia de la sonrisa sea mala y provocando complejo en las personas por tratar de esconder los defectos, dejando de sonreír o haciéndolo con la boca más cerrado de lo que seria natural, perjudicando su espontaneidad.

Después de la tentativa de utilización de los métodos normales, que envuelven restauración y aclaramiento, sin lograr el resultado estético esperado, la alternativa es la utilización del método llamado de facetas laminadas. Para una mejor comprensión, estas funcionarían como uñas postizas a diferencia de que son definitivas sin la necesidad o posibilidad de remoción. El sistema es simple. Se remueve la parte que compromete la apariencia, en una capa bien fina de la superficie de los dientes con problemas estéticos. Después de eso, se prepara la superficie, dejándola más áspera para obtener una total adherencia de la faceta que será colocada, la cual quedará pegada y sujetada por el diente, sin que este tenga cualquier alteración de volumen, ya que las facetas son confeccionadas y preparadas para cada diente por separado, atendiendo a las necesidades y particularidades de este. El sistema de adherencia es hecho en la forma de un ataque ácido, que no permiten que se suelten, además de funcionar como un aislante absoluto. Su apariencia es igual a la de un diente natural y su color es elegido de acuerdo con los dientes del propio paciente, con una escala de color llevando en cuenta la alteraciones que sean necesarias.

Se trata de una solución definitiva a los problemas estéticos, que permite corregir integralmente todos los defectos que comprometan el aspecto de la dentición con problemas, incluso aquel representado por manchas que son del propio diente y no salen con cualquier tipo de tratamiento. Con la colocación de las facetas se pueden resolver también pequeñas irregularidades en la forma de los dientes, desapareciendo así el aspecto de torcidos o fuera de alineamiento. Ayudan a solucionar espacios muy grandes entre los dientes y partes de las raíces que parezcan por la perdida de la encía. Otra ventaja es que se puede colocar la sonrisa del paciente en la computadora y a partir de otros dientes simular las alteraciones y modificaciones deseadas y tener una idea, antes de la realización del trabajo. Podemos obtener así una aproximación del resultado final, a partir de las modificaciones en la forma y el color de los dientes a través de la pantalla de la computadora. Se trata de una auténtica sonrisa planeada, común en los artistas y ahora a disposición de los pacientes en los consultorios odontológicos. Seguramente hará que usted se sienta mas seguro consigo mismo, mejorando su auto estima y confianza para la convivencia social.

Teniendo algún elemento que le desagrade de su estética dental, coméntelo a su dentista, preguntándole sobre la posibilidad y viabilidad de la utilización de facetas laminadas para la corrección de su problema. Si utilizar este método, él lo orientará respecto a las indicaciones del mismo o le indicará un especialista que lo haga, a fin de solucionar este problema específico. La especialidad que trata el problema con las facetas laminadas es la odontología restauradora y esta área es conocida como odontología estética o cosmética dental. Como se tratan de alteraciones totales de la apariencia de los dientes, no existe una edad mas indicada que otra para iniciar el tratamiento, solo queda la decisión de iniciar cuanto antes el tratamiento para empezar a usufructuar de una sonrisa más saludable y estar satisfecho con su propia imagen.

 

 

28. PARA TRATAR LAS CÁRIES

La carie es una destrucción de los tejidos dentales, por desintegración provocada, en la mayor parte de las veces por bacterias que forman una película de consistencia gelatinosa y que, por ser pegajosa, se adhieren a la superficie de los dientes formando la placa dental, que por su origen, hoy es más conocida como placa bacteriana. Por mala higiene bucal, forma o descomposición de los dientes, dieta alimentaria, raza o factores hereditarios, pueden presentarse más en la infancia, adolescencia o inicio de la fase adulta. La carie se inicia por el esmalte de los dientes. En algunos casos es identificada por una mancha blanca opaca, en otros no se la puede percibir por encontrarse localizada en saliencias o concavidades o todavía en áreas de poco contacto con los dientes. La carie se propaga por la dentina, que es la parte interna de los dientes y si no es tratada, alcanza los canales de los dientes. Estos al ser atacados por la bacteria inician una degeneración celular, que es el principio del fin del diente, como elemento principal de la masticación.

Su tratamiento, en primer instancia, debe ser preventivo; a través de una cuidadosa higiene bucal después de las comidas y antes de dormir. Esta debe incluir el cepillado convencional, limpieza de la parte sub-gengival con hilo y cinta dental, además de recursos propios para la edad de mayor riesgo, tales como selladores, aplicaciones tópicas de flúor y otros cuidados especiales para cada caso. Los cuidados especiales serán indicados por su dentista como por ejemplo: cepillos unitufos, cepillos interdentales o antisépticos bucales. Uno de estos métodos será siempre más barato y rápido que los largos tratamientos dentales, motivados por caries y perdida de los dientes. Su no-realización puede provocar la carie, que se trata removiendo la parte cariada del diente y su posterior restauración, que además de reconstruir la forma anatómica y estética del diente, tiene como finalidad inhibir la continuidad de la carie, por la aplicación de materiales que evitarán el progreso del proceso carioso.

Tratar caries en la primer etapa de su iniciación , es la manera económica de no gastar más en la continuidad del proceso, además de lo que se evita. Así no serán necesarios procedimientos dolorosos, como los tratamientos de conducto y de encías. Las restauraciones pequeñas, identificadas tempranamente cuando alcanzan sólo el esmalte de los dientes, pueden en su mayoría, realizarse sin anestesia, por localizarse sólo en la parte mineral del diente, sin implicaciones sensoriales. Cuando son más importantes, además de requerir un forraje para la protección de la pulpa, envuelve preparaciones con la finalidad de sujetar el material restaurador, que será utilizado para obturar el diente. Tratándose de casos avanzados es necesario la confección mecánica de la propia restauración y de la parte remanente del propio diente, que por mayores remociones del tejido con carie, se tornan más frágiles y con eso el riesgo de fracturas en la masticación es más probable, si los arreglos no se hacen de forma adecuada.

No confíe en su intuición odontológica sin haber estudiado para tal profesión, intentando descubrir si tiene caries o no. Visite su odontólogo de seis en seis meses. En la mayor parte de las visitas sabrá que no tiene nada para hacerse. Y si llegara a tener algo con seguridad será algo sencillo y que implicará poco gasto. De esta forma no sentirá dolor físico en el tratamiento, ni dolor en el bolsillo por no haberse tratado antes. Tratar caries es uno de los tratamientos más rápidos y seguros de la Odontología, principalmente en su fase inicial y todos los odontólogos están aptos para realizarlo sin la necesidad de especialistas. Para las revisiones periódicas, busque siempre su dentista, que a causa de conocerlo y por tener su ficha de su pasado odontológico, sabrá buscar los problemas en los lugares correctos, algunos ya son conocidos por tratarse del origen de problemas anteriores. Los que hagan un programa de mantención y control con su dentista tendrán como premio no necesitar jamás de grandes tratamientos.

 

 

29. PARA HACER UNA LIMPIEZA

Mencionada por los odontólogos con el nombre técnico de profilaxis (por limpiar también debajo de las encías) es la manera de asegurarse, de tiempo en tiempo, que la placa bacteriana no está instalada en sus dientes, por limitación de higiene oral, lo que llega a formar el tártaro (cálculo). Esto sucede principalmente en las regiones más difíciles de acceder como la parte del diente que queda debajo de las encías, que es justamente donde más acostumbra suceder la formación placa bacteriana. En esta región además de caries podrán suceder inflamaciones que llevan la encía a despegarse del diente, dejando esta área más vulnerable y permitiendo con eso que se pierda el hueso que ayuda a sujetar el diente, junto los ligamentos que existen alrededor. Otra región que a costumbre acumular placa es la localizada entre los dientes, que a causa de esto resultan de difícil acceso al cepillo.

Estas limpiezas no sustituyen las que deben ser hechas cuatro veces al día por el paciente y deben suceder en un plazo mayor o menor justamente en función de la capacidad y dedicación de cada uno en la limpieza doméstica. Los odontólogos utilizan como recurso para realizar la profilaxis un tipo de colorante que deja la región con placa bien evidenciada y hacen uso de recursos más eficaces tales como un chorro en polvo de bicarbonato de sodio y otro con pastas apropiadas que vibran por un aparato de ultrasonido. Además ellos tienen instrumentos llamados de curetas, con formas adecuadas para remover placa y tártaro en lugares difíciles, procurando dejar la superficie de los dientes nuevamente limpia y lisa, de manera tal que la higiene del paciente vuelva a ser más fácil. Las limpiezas hechas por odontólogos terminan con el pulimentos de los dientes para esta finalidad, y para remover manchas causadas por el tabaco y por colorantes artificiales de caramelos y alimentos.

La profilaxis ayuda a mantener su boca más aséptica y sana, mejorando la sensación agradable de una boca bien higienizada, factor importante en la motivación para la manutención ideal de la salud bucal. Colabora también en la estética de su sonrisa, pues, eliminando manchas y oscurecimiento de los dientes, la apariencia mejora y con ella la voluntad de mantener los dientes siempre blancos y limpios. La reducción de la cantidad de bacterias de la cavidad bucal con la retirada de placa y tártaro de los dientes, donde ellas se encuentran, disminuye la posibilidad de esparcirse por el resto del cuerpo, donde también pueden ser nocivas, como en el corriente sanguíneo, causando la endocarditis bacteriana con riesgo de infartos. Todo eso sin hacer mención el beneficio inmediato que es la disminución del número de caries, primer consecuencia de la presencia de la placa bacteriana.

Como la formación de la placa es un proceso lento, progresivo y casi imperceptible, no existe un momento correcto o más adecuado para la realización de la limpieza profiláctica. Para evitar las consecuencias de la placa, lo correcto es realizar visitas para hacer una profilaxis. Se tratan de consultas rápidas, de bajo costo, y con efectos perceptibles de forma inmediata, pues da a su boca una sensación de limpieza y frescura. Su odontólogo, además de estar capacitado, es el más indicado para realizar esta limpieza y definir por sus cuidados de higienización, definiendo cuál la periodicidad ideal para las próximas consultas y limpieza. De todos los procedimientos odontológicos la limpieza es lo más barato, uno de los más preventivos y la forma segura de saber si usted tiene algún otro tratamiento por realizar en sus dientes. No deje de hacerla. Teniendo dificultad asocie las vacaciones escolares como elemento de referencia, siendo este un buen período por no ser la época en que los consultorios costumbre estar muy concurridos.

 

 

30. PARA AUMENTAR DIENTES PEQUEÑOS

Los odontólogos son unánimes en afirmar que dientes separados tienen más facilidad de higienización y, como tal, presentan menor riesgo de caries. Pero cuando los dientes están muy separados, normalmente las personas reclaman de su estética y del hecho de, algunas veces, se encuentran con algún tipo de limitación fonética ocasionadas por esto. La razón de la existencia de estos dientes de tamaños menores está, normalmente, vinculada a factores hereditarios y de raza, que llevan a que algunos dientes, principalmente los de menor función, como los laterales y premolares, a ser menores que los demás desarmonizando la dentición y en algunos casos dando facciones juveniles e infantiles a las dentaduras de personas adultas, generándoles desagrado o trauma.

Con la evolución de la Odontología estética, fruto del resultado de investigaciones que llevaron al lanzamiento mundial de resinas de cuarta generación, que tiene como característica la perfección de consistencia, total similitud de color, textura de la dentina y esmalte del diente, además de característica de unión absoluta de las estructuras dentales, la posibilidad de solución para estos problemas pasó a ser total. Tanto que el área de la odontología que más crece entre los clínicos generales, es justamente, la relacionada a la estética. Colaboró mucho para este suceso el lanzamiento de aparatos de emisión de luz de foto polimerización que tiene como finalidad polimerizar (endurecer pegando) estos modernos materiales restauradores usados para aumentar dientes pequeños o corregir pequeñas anomalías de posicionamiento de un diente. También las técnicas de preparación y protección a las partes fundamentales de los dientes evolucionaron sustancialmente, siendo posible, hoy por hoy tratamientos estéticos con el cien por ciento de posibilidades de éxito, siempre que sean bien indicados y ejecutados por profesionales competentes.

La gran ventaja del estado actual de la odontología es poder cambiar radicalmente la apariencia de las personas apenas con pequeñas correcciones en la forma de algunos dientes, proporcionando, al todo, una condición más armónica, permitiendo a su portador una sonrisa más natural, bonita y espontánea. Estar de acuerdo con su apariencia es la forma más directa de sentirnos satisfechos con nosotros mismos y más seguros en nuestra actitud, principalmente en aquellas que envuelven relaciones sociales a través del habla. Si con la sonrisa movemos varios músculos para expresar alegría y satisfacción, con dientes que nos desagraden tornamos rígidos algunos músculos de la faz para no mostrar o minimizar la apariencia de esos dientes. Con los dientes rehechos dentro de los modernos patrones de estética facial, podemos soltar nuestra personalidad y disfrutar de la espontaneidad, nuestra mayor característica después del sentimiento. Como nuestro cuerpo en su totalidad, nuestros dientes tienen un período paralelo de desenvolvimiento y crecimiento. Hasta la adolescencia no solo pueden crecer como también pueden cambiar de posición, alterando su tamaño e inclinación. Después de esta etapa, sólo cambiar a causa de algunas disfunciones, siendo a partir de entonces un momento indicado para las correcciones que sean necesaria para corregir forma y estética. En la duda, existen medios de determinación de edad ósea y término de la faz de crecimiento. Dientes pequeños son corregidos por odontólogos con materiales y aparatos apropiados. Este procedimiento puede ser realizado por su odontólogo de siempre, o si este no se dedica a la estética deberá procurar un especialista en Odontología restauradoras, indicado por él. Antes de decidirse por este recurso, pregunte lo que se hará, que material se usará, como quedará y que garantías le pueden dar sobre el resultado final, que con certeza cambiará su auto estima.

 

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Trabajo enviado por:

ANTÔNIO INÁCIO RIBEIRO (Brasil)

E-Mail: ribeiro@odontex.com.br

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